Viven viacrucis en centros de salud

AutorNatalia Vitela

Mamás de niños con enfermedades mentales recorren trayectos de hasta dos horas para que sus hijos reciban atención médica... y los fármacos corren por su cuenta.

Es el caso de Rosalba Meza y su hijo Jesús, de 12 años, diagnosticado con déficit de atención. Viven en Chimalhuacán, y acuden al Centro Comunitario de Salud Mental en Iztapalapa, porque ahí sí hay paidopsiquiatra.

La mujer llevó a su hijo al Centro de Salud Mental de Chimalhuacán, pero no había psiquiatras especializados en niños, cuenta.

"La maestra me decía que se golpeaba él solo", relata. Jesús iba en cuarto de primaria y tenía 9 años cuando sus profesoras indicaron que debía ir al psicólogo. Rosalba acudió a la Clínica 84 del IMSS en Chimalhuacán, por ser derechohabiente, sin embargo, le aseguraron que no tenía ningún problema mental.

"Fueron muy groseros, no quisieron hacer estudios, hicieron unos juegos con él y dijeron: no tiene nada el niño", explica.

Tras peregrinar por varios centros, Rosalba y su hijo encontraron atención médica en el Centro de Salud Mental de Iztapalapa.

Su primera cita fue el 30 de marzo y ya toma el medicamento que necesitaba "para que reforzará el cerebro", dice Rosalba.

Jesús toma unas pastilla al día y su madre, al estar afiliada al IMSS, no tiene acceso al medicamento gratuito, por lo que debe adquirirlo por cuenta propia. Cuesta 700 pesos. Mientras que por la consulta paga 180 pesos. Además tiene que desembolsar por los estudios, como electroencefalogramas, que le tienen que realizar a su hijo.

SIN FÁRMACOS

Desde hace cinco meses, Fernando, de 12 años, diagnosticado con trastorno hipercinético disocial en el Centro Comunitario de Salud Mental en Iztapalapa, debe tomar un fármaco que la clínica no tiene.

"Dicen que no les han llegado y no les ha llegado. Volví a pasar (hoy) a preguntar a la farmacia y dicen: 'No tenemos ese medicamento, no nos llega", cuenta la mamá de Fernando.

Agrega que ante los problemas de conducta, principalmente la falta de atención, los maestros indicaron que era necesaria una revisión de la salud mental del menor.

"No tengo seguridad social. Me mandaron por parte del Centro de Salud Dr. Manuel Pesqueira, de la Agrícola Oriental. Nos venimos caminando y hacemos como media hora", relata.

RECIBEN ATENCIÓN CADA DOS MESES

Sara, de 50 años, aún no tiene un diagnóstico psiquiátrico, sin embargo, el insomnio se ha agudizado y el psiquiatra le recetó un tratamiento farmacológico. "Necesito dormir", cuenta. Por su parte, su hija...

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