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Viven pasión e intriga

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Vincent
AutorDalila Carreño

Decía que la amaba, que por su lealtad era capaz de dar la vida; sin embargo, una sola sospecha hizo que Otelo perdiera la razón... y, tal vez como un presagio de lo que sería capaz de hacer, el moro de Venecia le asegura a su amada Desdémona que sólo a su lado quería morir.

"¡Aunque la perdición se lleve mi alma... te amo!", le grita a su joven esposa, quien responde a sus halagos con abrazos.

Antes de uno de los ensayos de la obra, Hernán Mendoza (Otelo), Carlos Corona (Yago), Ana de la Reguera (Desdémona), Cecilia Suárez (Emilia) y Osvaldo de León (Casio), entre otros, se preparan tras bambalinas; varios de ellos ajustan sus elaborados trajes frente a uno de los espejos laterales al escenario.

Ya en él, la pasión de la tragedia de Shakespeare, que se estrena el 14 de febrero en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, los envuelve, mientras la directora, Claudia Ríos, los observa con atención.

"Si la muerte llegara en este instante, sería mi mayor felicidad", es una de las frases que Otelo le dice a Desdémona luego de besarle la mano y con la que se podría resumir su amor.

En escena, De la Reguera luce el cabello suelto hasta la cintura, una diadema y un vaporoso vestido, mientras que sus diálogos fluyen con naturalidad, pese a lo complicado que son.

Cada vez que ella aparece y está cerca de su esposo, sus ojos brillan; le acaricia el rostro con delicadeza y lo abraza emocionada.

"¡Otelo de mi vida!" y "¡Mi señor!" son frases con las que lo apapacha verbalmente.

En tanto, Yago intriga contra su propia esposa, Emilia, y contra Otelo, a quien le hace creer que lo engañan.

"Vigile a su mujer, obsérvela cuando esté con Casio; que sus ojos no sean celosos, pero tampoco confiados".

Pero eso es suficiente para desatar su furia, la cual se acrecenta cuando le exige a Desdémona que le muestre un pañuelo que le regaló y que ella no encuentra porque accidentalmente se le cayó y Emilia lo tomó.

"¡Adiós...

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