Viven en 'horno' sin luz y sin agua

AutorMartha Cázares, Haydee Ramírez y Miguel Cervantes

NUEVO LAREDO.- Mexicali, Hermosillo y Nuevo Laredo dejaron hace mucho de ser pueblos chicos, pero sus habitantes viven un "infierno grande".

Y es que habitar una casa sin electricidad, con poca agua, bajo un techo de lámina y con temperaturas que van de los 40 a los 45 grados centígrados, con sensación térmica de 50 grados, puede sonar un escenario imposible de creer, pero para decenas de familias que viven en las periferias de estas ciudades es una realidad que sufren día a día.

Para los habitantes de la Colonia Blanca Navidad, en Nuevo Laredo, habitar bajo estas condiciones es un auténtico infierno, en la última semana.

Miguel Ángel Villegas Amador, residente del lugar, ubicado al poniente de la ciudad, dice contar con sólo un tambo de 200 litros y algunas cubetas donde reúne -si acaso- 400 litros de agua para consumirlos en una semana.

Las cubetas no tienen tapa, por lo que los perros de la colonia pueden consumir directamente el vital líquido reservado para el uso de sus dos hijos y su esposa.

Villegas indicó que es un suplicio rellenar las cubetas en la llave pública porque sale muy poca agua, por ejemplo, un recipiente de 50 litros lo dejó llenando toda la noche, en la mañana aún no estaba listo y son muchos los vecinos que esperan su turno para rellenar sus recipientes.

"Sale nada más un chorrito, y por el calor los niño se bañan hasta tres, cuatro veces al día, pero el agua no alcanza, somos cuatro y a los cuatro días ya no tenemos, pero la pipa pasa cada ocho días", comentó.

También le preocupa la falta de energía eléctrica porque no puede comprar un ventilador para aligerar el calor por las noches.

"No tenemos abanicos (ventiladores), estamos esperando que pongan la luz porque nos dijeron que la van a poner, pero dicen que dentro de dos años, y con el techo de lámina es más calor, yo quisiera aunque sea tener unas lonas para ponerle", dijo.

A lo largo de la Colonia Blanca Navidad, una de las más pobres de esta frontera, se observan los techos de lámina y las familias que prefieren dormir en el patio para recibir el aire, ya que en el interior el calor es insoportable.

Juan Hernández Sánchez, quien vive en la manzana tres de la colonia junto con su hija y sus dos nietos, sacó sus camas y las colocó en el patio al ver que nadie podía conciliar el sueño por las elevadas temperaturas, pero lo que no pudo evitar son los piquetes de zancudos que sólo con un ventilador podrían ahuyentar.

Debido a que no tiene electricidad decidió vender...

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