Viven historia de altos vuelos

AutorArturo Espinosa

IXTAPALUCA.- A los seis años, Jesús Estudillo López, fundador de "El Nido" hace 47 años, recibió por parte de los Reyes Magos una bicicleta... que la intercambió por una guacamaya que tenía su vecino.

Él tenía clara la idea de lo que quería hacer en su vida: ser parte de las aves y dar alas a sus estudios sobre ellas, además de crear un santuario. Egresó como médico veterinario zootecnista y logró la Maestría en patología aviar en la Universidad de Ohio, en EU.

Incluso, desarrolló de vacunas contra las principales enfermedades infecciosas de las aves y el logro más tangible del socio fundador de Pronatura AC y Naturalia AC fue justo el aviario "El Nido": un parque de 8 hectáreas con 10 mil árboles sembrados por él, que a su vez crean cinco microclimas.

"Nunca he conocido a nadie con una idea tan clara de lo que uno quiere hacer en su vida como mi padre, basta conocer la anécdota de que cuando recibió su bicicleta y sin estrenar la cambió por una guacamaya.

"Encontró su camino y eso fue en parte por el amor que nuestro abuelo le creó", dijo Jesús Estudillo hijo, director de "El Nido".

Además de ser un parque abierto al público, el lugar es sede simbólica de la institución llamada "Vida Silvestre Jesús Estudillo López A C", dedicada a la conservación de aves.

Los datos y la información surgen a cada paso: una guacamaya puede ejercer una presión de 80 kilogramos en su pico, una grulla...

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