Viven doble condena
| Autor | Leticia Fernández |
Fotos:Salvador Chávez
Son vulnerables a padecimientos físicos y emocionales que se acrecientan por la marginación, el abandono y el escaso apoyo familiar.
Son los portadores de Sida que luchan día a día por sobrevivir en la prisión, cumpliendo su sentencia.
Ellos se encuentran aislados del resto de la población penitenciaria, cuentan con las condiciones mínimas de higiene, no sufren del hacinamiento, pero al mismo tiempo exigen que les mejoren el servicio médico y la calidad de los alimentos.
En la actualidad hay 41 internos varones portadores de Sida recluidos en el Dormitorio 8 de la Penitenciaría de Distrito Federal, así como dos mujeres en el Centro Femenil de Readaptación Social.
Juntos representan el 0.19 por ciento de 22 mil 341 internos que conforman el total de la población penitenciaria, sin embargo, según estándares internacionales, habría otros 200 reos portadores de Sida.
De acuerdo con autoridades de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social y la Secretaría de Salud del Gobierno del DF, esta cifra no puede ser confirmada por la falta de un programa que obligue a los internos a cumplir exámenes médicos que diagnostiquen la presencia del virus.
Camino al `Hospitalito'
Para llegar al "hospitalito", como nombran los internos al Dormitorio 8, hay que caminar escasos metros después de la revisión corporal en la aduana de personas, atravesar el área de Gobierno y de segregación llamada "Kosovo".
En el interior de la prisión se observan los escasos prados y juegos infantiles, los sucios comedores que tiene el resto de la población, la capilla y el templo cristiano.
"El pueblito" o explanada de la visita familiar es la antesala para llegar al refugio de los portadores de VIH, que comparten el lugar con los reos de la tercera edad.
A diferencia del resto de los reos, ahí hay dos canchas de frontón recién pintadas, áreas verdes, mesas y bancas para jardín, una mesa de pin-pon, iluminaria en los pasillos, instalaciones eléctricas y baños con regaderas.
Las instalaciones del dormitorio han sido renovadas y habilitadas otras tantas, cambiaron los muebles hidrosanitarios, colocaron regaderas con agua caliente y fría, modificaron el lugar para evitar corrientes de aire.
Aún así, los internos exigen les mejoren el servicio médico, una adecuada suministración de medicamentos retrovirales y respeten la dieta alimenticia recomendada por los nutriólogos.
Mientras las autoridades aseguran que los alimentos son básicamente verduras y...
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