Vive viacrucis tras plagio

AutorMETRO/STAFF

LA COMERCIANTE mexiquense Martha Reyes Martínez ha pasado 4 años pidiendo justicia a las autoridades mexicanas, tras ser secuestrada en Nuevo Laredo, Tamaulipas, presumiblemente por integrantes de Los Zetas el 8 de mayo del 2008, pero no ha obtenido respuesta, pese a que identificó a sus captores y presentó denuncias ante dos Procuradurías.

"¿Necesito un apellido fuerte para que puedan hacer justicia?, ¿que me apellide Martí?, ¿que me apellide Escalera?, ¿o la señora Wallace?", pregunta.

Comerciante de zapatos y perfumería en el Edomex, Reyes Martínez solía viajar a Nuevo Laredo a comprar mercancía.

En septiembre del 2007, uno de sus proveedores, Alberto Velázquez Núñez, El Beto, la estafó con mercancía valuada en 200 mil pesos.

Lo que Reyes Martínez no sabía es que la PGR tenía identificado a Velázquez Núñez como presunto operador de Los Zetas.

El 8 de marzo del 2008, cuando pretendía ir a casa de su proveedor para reclamarle lo sucedido, acompañado de otros comerciantes estafados, fue raptada.

El propietario de la casa de cambio Mi Banquito, Leopoldo Castañeda García, se ofreció a llamarle un taxi luego que los demás comerciantes la dejaron plantada.

"Me fijé muy bien que era el coche numero 293; no sé, tuve un presentimiento, y vi una patrulla en un Oxxo, y le dije que me bajara ahí porque iba a comprar la leche de mi hijo", recuerda.

Al bajarse, los policías municipales la golpearon y se la llevaron a una casa de seguridad.

"Estábamos como unas siete o nueve personas secuestradas, puros hombres", relató.

Los secuestradores nunca le hablaron a su familia para negociar.

Después de más de 2 semanas, recuerda, fue liberada.

Reyes Martínez fue al Ministerio Público, donde el comandante Adán Cervantes, de la Policía Ministerial de Tamaulipas, le dio a firmar hojas en blanco sin que se diera cuenta.

La siguiente vez que vio las hojas, éstas contenían una confesión de que se había ido de fiesta a Texas y que no había sido secuestrada.

El comandante le recomendó salir de Nuevo Laredo y no continuar con su denuncia.

La extorsión

Un mes después, la mujer de ahora 59 años decidió interponer una demanda ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por el delito de privación ilegal de su libertad.

Ahí, la Licenciada Gisela Morales Núñez le entregó un celular exclusivo para comunicarse con la dependencia.

En agosto de 2008, mientras veía el noticiero en la televisión de su casa, Reyes Martínez reconoció a...

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