Vive una pesadilla durante la indagatoria

AutorRuth Zenteno

Para Sergio Dorantes, un fotógrafo que estaba bajo investigación por el homicidio de su ex esposa, Alejandra Patricia Dehesa Pérez, el 4 de julio de 2003, la indagatoria se convirtió en una pesadilla.

El 29 de julio de ese año, mientras Sergio estaba en la revista Contralínea, donde trabajaba, los policías judiciales forzaron las chapas de su casa y entraron; permanecieron allí cerca de cinco horas.

El fotógrafo y su abogado decidieron solicitar acceso al expediente del caso el 1 de agosto, pero se los negaron aduciendo que por tratarse de un caso relevante estaba en la sede central la Procuraduría capitalina.

La familia de Alejandra, administradora en México de la revista Newsweek, que descubrió su cuerpo, fue aceptada como coadyuvante de la investigación del Ministerio Público; a Sergio lo rechazaron.

El 6 de enero de 2004, Sergio recibió una llamada de Miguel Badillo, su compañero de trabajo.

"Me llamó y me dijo: 'Oye Sergio, ¿ya viste el REFORMA?', y le dije: 'no, lo tengo aquí en el escritorio'", narró el fotógrafo.

"Dice: 'salió algo de tu caso', y yo dije: '¡Ah, qué bueno!, yo creo que ya encontraron a alguien' y me dice: 'Léelo inmediatamente, dice que hay orden de aprehensión en tu contra por el asesinato'".

Sergio recuerda haber encontrado una nota titulada "Rastrean al homicida por el caso Newsweek", donde se señalaba que la PGJDF lo estaba buscando.

En diciembre de 2003, detalló Sergio, recibió una orden de presentación para que aclarara algunos puntos de sus dos declaraciones como testigo, no como probable responsable. Los agentes que lo buscaron señalaron que no habían podido pasar porque había una reja frente a la casa cuidada por un portero.

El abogado de Sergio y su equipo empezaron a trabajar en su defensa, pero en vista de la secrecía e irregularidades que rodeaban el caso el fotógrafo tomó una decisión.

Una amiga norteamericana le ofreció un espacio en su casa en San Francisco, California, para que desde allí pudiera defenderse y Sergio aceptó.

Dorantes no pudo ver el expediente de su caso hasta noviembre de 2004 luego de que su abogado ganara un amparo.

"Lo obtuvo y me mando una carta diciéndome que lo que la autoridad me imputa son siete puntos y allí descubrí que un testigo que alega que me vio salir del lugar de los hechos a la hora del homicidio, recordó.

Dije: '¡Eso es una mentira!, porque yo nunca estuve en el lugar de los hechos.

Desde que leyó el expediente Sergio se dio a la tarea de estudiar medicina forense...

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