Viva Raffaella

AutorLupita Aguilar

Nació en Milán y pertenece a la tercera generación de una familia de diseñadoras de Alta Costura. Es madre, abuela, gusta de cocinar pasta todos los domingos y se considera incalculablemente rica, pues tiene el corazón felizmente ocupado.

Especialmente los fines de semana, cuando está cerrada su boutique localizada en la Via Montenapoleone, la calle de la moda en Milán, donde se ubican boutiques en las que efectivamente atiende el señor Armani.

Raffaella Curiel también se ocupa personalmente de sus clientas en esta ciudad que por la noche conserva el sonido de los tranvías que van y vienen desde una espectacular catedral o "domo", que tanto enorgullece a esta milanesa de ojos verdes.

La diseñadora de la nueva burguesía italiana, comenta, en exclusiva, Raffaella, definiendo este grupo como gente culta y empresaria con sentido amplio para entender la moda comercial como un tema, a diferencia de otra, la que se genera como resultado de un laboratorio de ideas y se termina a mano.

Ella viste un traje sastreado gris, suéter color lima, bolso fucsia y zapatillas de antílope muy cercanos al tono de las bugambilias mexicanas.

Colores que le inspiraron a crear su colección primavera 2009 y que tiene como hilo conductor rendir homenaje a la pintora Frida Kahlo.

"Ella fue una mujer que supo hacer de su vida y estética personal una obra de arte. Si me pregunta que me atrapó de ella, yo le diría que su gran fantasía", afirma deteniendo la mirada en un punto, como si viera a la artista del surrealismo.

"Me lo dicen sus manos, sus dedos vestidos de anillos de colores, su feminidad en trenzas, flores y moños, su sufrimiento transformado en óleos. Una mujer mexicana fantástica", reitera con fuerza la diseñadora que hace unos días puso a aplaudir de pie a los invitados del Museo Franz Mayer.

Recinto en el que sus trajes convertidos en tributos al color gritaban su arte para bordar rosas chiapanecas sobre texturas de terciopelo y luego mezclarlas con ángeles regordetes que evocan a los pintores italianos.

Soutage en faldas, lentejuelas en textiles del Sureste de México, hallados en bazares de antigüedades que tanto gustan a la diseñadora, espumas de escarolas en sacos y vestidos de tira bordada coronados con rosas conformaron un total...

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