Visite los Baños de Nezahualcóyotl
| Autor | Edgar Anaya |
"Arriba" de Texcoco, donde comienzan los cerros del oriente del Valle de México, concretamente a los pies del monte Tláloc, se encuentra una pequeña zona arqueológica llamada Tezcotzingo ("Texcoco pequeño", significa) y conocida popularmente como los Baños de Nezahualcóyotl.
Un paseo arqueológico a este lugar cuando visite la Ciudad de México es atractivo además por los paisajes de estas laderas y de la caminata entre huertas, por el encuentro con la obra del sabio Nezahualcóyotl, que construyó aquí un vergel de descanso.
Entre lo que fueron el bosque y el palacio del arquitecto, ingeniero, naturalista, abogado, guerrero, poeta, filósofo y gobernante de Texcoco, Nezahualcóyotl, se encontraba un sistema de canales ramificados, tinas, terrazas de cultivo, estanques, fuentes, cascadas artificiales y un jardín botánico estupendo, alimentados por los manantiales situados unos 10 kilómetros montaña arriba.
Se planeó aquí verdadera arquitectura del paisaje. Se dice que desde lo que era este vergel el Rey poeta se inspiraba con la privilegiada vista del Valle de México y sus lagos, que en su palacio recibía a otros gobernantes y que de todo su reino daban mantenimiento al lugar.
El sitio era una sucursal terrenal del paraíso acuático de las deidades del agua.
Descubierto alrededor de 1865, este sitio arqueológico mexiquense ha sido considerado uno de los lugares más importantes del México prehispánico.
Su estudio ha permitido reconstruir datos importantes sobre el mandato y la vida personal de Nezahualcóyotl, pues se sabe, que en el antiguo palacio de Tezcotzingo no sólo escribía sus poemas, sino que vivía con su esposa y sus concubinas, quienes le dieron 109 hijos.
Parte del palacio, canales y tinas de piedra labradas en la roca sobrevivieron (las dos "tinas" han sido llamadas el baño del Rey y el baño de la Reina) y se pueden ver al recorrer la vereda que rodea al cerro donde se ubican, en las orillas del pueblo de San Nicolás Tlaminca.
Hay que observar el enorme terraplén al lado oriente del cerro, construido para dar paso al acueducto que surtía el agua al Tezcotzingo.
La zona arqueológica ha sido restaurada en los últimos años y en general se encuentra bien atendida, con carteles explicativos aunque, como en toda área arqueológica, es importante leer sobre ella antes de conocerla para aprovechar más la visita.
Recorridos
San Nicolás Tlaminca, en cuyas orillas se encuentra la zona de Tezcotzingo, y San Miguel Tlaixpan, arriba de la hacienda...
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