Visión Económica/ Pedir no cuesta

AutorSalvador Kalifa

Los 23 mandatarios estatales del PRI y del PRD que integran la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) acapararon recientemente la atención con sus demandas para que la Secretaría de Hacienda les resarza los recortes de recursos que, de acuerdo a sus cálculos, ascienden a 40 mil millones de pesos acumulados durante el 2002.

Para ello amenazaron con presentar, a través de sus fracciones legislativas, un proyecto de presupuesto alterno que satisfaga sus requerimientos, así como se negaron a asistir a una reunión convocada por el Presidente el lunes de la semana pasada para conversar sobre el asunto.

Por su parte, los grupos parlamentarios del PRI, PRD y PVEM en la Cámara de Diputados respaldaron la posición de esos gobernadores y advirtieron que no se iniciará la discusión del Presupuesto de Egresos 2003, si antes el Ejecutivo no cumple con lo estipulado en el presupuesto que aprobó el Congreso para este año.

Los gobernadores podrán discutir lo que quieran con el Gobierno federal en relación con las participaciones de recursos, pero al final, los que les corresponden dependerán de la fórmula que determina lo que cada Estado recibe del fondo de participación de ingresos federales. La disponibilidad de esos recursos no es, en principio, una decisión discrecional del Gobierno federal, sino el resultado de la aplicación de dicha fórmula. En ese contexto no es muy complicado definir cuánto, si es que algo se les adeuda a los Estados.

El fondo del problema, sin embargo, no está en la fórmula de participación o los ingresos que se incluyen, sino en la concepción y diseño del federalismo fiscal en nuestro país, que resulta en una inadecuada fuente de ingresos propios para los Gobiernos estatales y municipales.

Los Estados y los legisladores insisten, una y otra vez, en mayores transferencias y más gasto público, porque pedir no cuesta; pero mañosamente dejan a un lado las propuestas sobre cuáles serán las fuentes sanas y permanentes de ingreso que se utilizarán para su financiamiento.

La Federación transfiere de una u otra forma a los Estados y Municipios dos terceras partes de cada peso que le ingresa y ofrece, además, aumentar ese monto el año próximo. Estas transferencias financian alrededor del 90 por ciento del gasto de los Gobiernos locales en nuestro país. Esos órdenes de magnitud superan los que existen en otros países, así como los que recomiendan los especialistas en federalismo fiscal para una administración eficiente y transparente...

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