Coordenadas/ La visión de la OCDE
| Autor | Enrique Quintana |
La OCDE advierte que si bien la economía mexicana no tiene hoy desequilibrios mayores, el reto que existe es garantizar que éstos no aparezcan tras una expansión más prolongada y con un crecimiento más acelerado.
Aun si se considera que este año, el ritmo de crecimiento fuera de 6 por ciento, el promedio del sexenio sería de apenas 3.3 por ciento anual.
Crecer a tasas de más de 5 por ciento en promedio ofrece enormes desafíos para la economía mexicana.
Los temas que la OCDE pone sobre la mesa en la agenda económica para el futuro inmediato, son, entre las más importantes, las siguientes:
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- Lograr un crecimiento sostenible de los niveles de vida de la población.
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- Alcanzar una inflación más cercana a los promedios de las naciones del OCDE.
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- Mantener en el mediano plazo políticas monetarias restrictivas y disciplina fiscal.
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- Modernización de los procesos de la administración pública y presupuesto.
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- Mejorar la eficacia del gasto público.
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- Fortalecimiento de los ingresos tributarios.
La OCDE pondera el esfuerzo realizado para bajar la inflación en México pero señala que la meta de llegar en el año 2003 a un nivel de inflación equiparable al de nuestros principales socios comerciales -meta asumida por Fox- es un objetivo viable pero ambicioso.
La experiencia internacional señala que mientras más baja es la inflación más difícil es reducirla.
Para lograrlo no basta con la política monetaria. La permanencia de la disciplina fiscal así como la extensión de las reformas estructurales, parecen ser una condición indispensable para alcanzarlo.
Mantener la disciplina fiscal del futuro será mucho más difícil que la que hoy existe. No es previsible que los precios del petróleo continúen tan altos durante el mediano plazo, lo que significará una pérdida de ingresos.
Pero además, hay compromisos financieros cada vez mayores en materia del pago del rescate bancario; el costo de la reforma a la seguridad social que obliga a aportaciones adicionales del Gobierno; las nuevas relaciones fiscales con las entidades federativas que implicarán canalizar recursos que hoy se emplean en el gasto federal; pagos de los proyectos de infraestructura extra presupuestales (Pidiregas); la indispensable reforma del sistema de pensiones de los trabajadores del Gobierno.
Todo ello implica costos fiscales adicionales que harán cada vez más difícil lograr una disciplina presupuestal.
Otro de los temas abordados por el estudio de la OCDE es el asunto de los...
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