Visión Mundial / La política de la división

AutorGabriel Guerra Castellanos

En Iowa los precandidatos demócratas -o al menos la mayoría de ellos, pues Joseph Lieberman se retiró de esa contienda para concentrarse en otras con mayores oportunidades de éxito- se preparan para la primera prueba de su proceso interno, que tendrá lugar el próximo 19 de enero, en un temprano inicio de la temporada de las primarias.

El ejemplo de Iowa es sintomático de cómo las fechas y los procedimientos se van acomodando a la mercadotecnia política: la votación ahí no es propiamente una primaria, como la que tendrá lugar poco después en New Hampshire, tradicionalmente el primer campo de batalla, sino que es un "caucus", una suerte de consulta a la base tal vez menos formal, pero no por ello menos significativa, en una temporada política cada vez más acortada y acotada por la presión de los medios y de la recaudación de fondos.

Y es que estará poco menos que liquidado a quien no le vaya bien en las primeras pruebas, como Iowa y New Hampshire, pero también en el ya famoso Súper Martes que ahora también se multiplica, pues tendremos dos martes cruciales: el 3 de febrero, en que se realizaran primarias o "caucuses" en Arizona, Carolina del Sur, Dakota del Norte, Delaware, Missouri, Nuevo México y Oklahoma; y el 2 de marzo, en que nada mas y nada menos que California, Connecticut, Georgia, Hawaii, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Nueva York, Ohio, Rhode Island y Vermont harán lo propio.

Así que el calendario forzará a los precandidatos del Partido Demócrata a tomar una temprana ventaja, primero, y después a mantener la inercia positiva (el momentum carteriano-que no cartesiano) a través del primer martes y particularmente en el segundo, donde bien podría quedar decidida esa contienda interna.

Y si hablamos tan en detalle de la lucha por la candidatura de los demócratas es porque del lado de los republicanos las cosas están ya decididas, y George W. Bush no tendrá contrincante por la candidatura de su partido, lo cual le permitirá no descansar en sus laureles, pero si reservar sus fuerzas y su dinero para la elección presidencial, mientras que los demócratas se desgastan y se gastan sus fondos peleando entre sí.

Si de dinero se trata, Bush lleva una ventaja apabullante. Ya rebasó los 100 millones de dólares recaudados, y se anticipa que llegará a 175 millones, una suma tal vez insuficiente en nuestro país para ganar algo mas que una elección en Tabasco, pero impresionante en Estados Unidos, sobre todo a estas alturas de una campaña que...

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