Visión Económica / Recetas para crecer
| Autor | Salvador Kalifa |
Por más de un cuarto de siglo la economía mexicana ha sido incapaz de sostener un ritmo acelerado de crecimiento, algo similar a lo que ocurrió en la gran mayoría de los países de América Latina. Este comportamiento de nuestra región tiene confundidos a los economistas y a los organismos internacionales, que desde principios de la década pasada ofrecieron recetas para superar los estragos que causó la crisis de la deuda de los años 80 y romper el virtual estancamiento que desde entonces existe en relación con las economías dinámicas de Asia.
Hasta ahora no parece que las medidas aplicadas por México y el resto de las naciones latinoamericanas hayan dado los resultados esperados. Por un lado, nuestro crecimiento económico durante el sexenio anterior fue en promedio de tan sólo un 2.3 por ciento, y si bien cerró a un ritmo del 4.8 por ciento, las autoridades y todos los analistas coinciden en que no se repetirá este año y tampoco el siguiente. Ello se aprecia en los lineamientos del Ejecutivo que comenté hace un par de semanas, así como en los pronósticos de los especialistas internacionales, donde se constata que esperan para México un avance alrededor del 3.5 por ciento en 2007.
¿Qué se necesita hacer para propiciar una expansión más acelerada y sostenida de nuestra economía? ¿Cuáles son las reformas económicas que podrían lograrlo? Hace unos años los economistas consideraron tener la respuesta a estas interrogantes. El primer conjunto de medidas que se recomendó para lograr una mejora sustancial en el crecimiento de nuestras economías se conoce como el Consenso de Washington, que en esencia recomendaba alcanzar la estabilidad macroeconómica, reducir la intervención del Estado, privatizar las empresas estatales y liberalizar la economía.
Estos consejos se tradujeron en una serie de reformas en México y el resto de América Latina, donde sus críticos las consideraron un intento por imponer en nuestra región el "fundamentalismo del mercado".
Las diferencias entre los defensores y críticos de esas reformas quizá no se puedan resolver, porque muchas de ellas caen en el terreno ideológico, pero en lo que uno puede coincidir es que en general los resultados de las reformas no han sido tan atractivos como se esperaban. Como respuesta a ello han aparecido recomendaciones distintas. Por un lado, diversos economistas y el Fondo Monetario Internacional señalan que las reformas fueron incompletas y parciales, requiriendo ahora profundizar en las...
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