VISIÓN ECONÓMICA / Mi, me, conmigo

AutorSalvador Kalifa

El gran ausente en estos programas del Gobierno mexicano, sin embargo, es un alivio importante a los contribuyentes. Nuestras autoridades no contemplan disminuciones y devoluciones de impuestos, así como tampoco el reconocimiento de que el IETU es un pésimo impuesto, que complica aún más los problemas financieros de las personas y las empresas en épocas de crisis.

El pensar sólo en más gasto público y no regresar dinero a los contribuyentes es una clara muestra del tradicional "mi, me, conmigo" que caracteriza los argumentos que utiliza el Gobierno frente al sector privado para justificar sus acciones.

Por ejemplo, cuando explicó el Presidente Calderón a los representantes empresariales el IETU, lo hizo con el petate de que era la única manera de cubrir los compromisos del gasto público, donde destacan según él los relacionados con la salud y la educación.

Lo grave del caso es que los empresarios le hayan comprado ese argumento al Presidente para apoyar un bodrio tributario como el IETU, en vez de responderle que si no tiene ingresos, a pesar de las decenas de miles de millones de dólares de ingresos petroleros extraordinarios, pues entonces que recorte su gasto.

Más cuando mucho de ese dinero se va a destinar a solventar los compromisos que diferentes Gobiernos hicieron y que los del PAN no han podido cancelar en los contratos colectivos de los sindicatos de Pemex, del Seguro Social, de maestros y de Luz y Fuerza del Centro.

Estoy convencido de que el IETU desaparecerá como gravamen en México, pero no porque el sector privado vaya a adoptar una postura dura ante el Presidente, ni porque éste reconozca abiertamente que se equivocó. Va a desaparecer porque el Gobierno de Estados Unidos, que lo tiene en revisión, acabará por rechazarlo.

La misma actitud del "mi, me, conmigo" adoptó el Presidente con el anuncio del congelamiento del precio de la gasolina en un nivel superior al que existe en EU, aun después de la depreciación del peso, ya que lo presentó como un gran sacrificio de ingresos públicos.

La lógica del Gobierno ha sido siempre, y no cambió con la llegada del PAN al poder, que para que el Estado, improductivo, sostenga y eleve su gasto, se necesita que lo reduzca el sector productivo de la economía.

El desdén del Gobierno por los contribuyentes de este país y su obsesión por elevar los ingresos públicos para sostener su gasto serán todavía más evidentes en unos meses.

En estos días los ahorradores están recibiendo las constancias de...

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