Visión Internacional/ !Cuidado!

AutorTheotonio dos Santos

En los últimos 20 años se liberaron fuerzas productivas gigantescas a partir de la incorporación de los robots en el sistema productivo, la introducción de nuevos materiales y el impacto del láser en la sistemática productiva. La generalización de la informática y la comunicación satelital y láser, aunadas a cambios revolucionarios en la ingeniería genética y la biotecnología en general, completan el cuadro.

Como consecuencia, la sustitución de humanos por máquinas y computadoras en la producción y gestión de actividades productivas, así como el redimensionamiento de las economías de escala revolucionaron las perspectivas económicas y, sobretodo, las características del empleo.

Si en los 80 estos efectos se concentraban en Japón, en la década de los 90 Estados Unidos retomó el liderazgo de las transformaciones productivas, presentando un crecimiento impresionante del producto y de la productividad.

Europa mantuvo en parte su capacidad de crecimiento, Japón se sumergió en una crisis que comprometió su liderazgo en el sudeste asiático, mientras se consolidó la colosal emergencia china.

A pesar de su mano de obra barata altamente calificada, el factor más decisivo en la entrada china al mercado mundial ha sido la incorporación de nuevas tecnologías y el aumento de productividad.

La competencia de los productos chinos refleja su disposición de vender a precios próximos a los costos de producción. Esta actitud, apoyada en una fuerte voluntad competitiva de un poderoso capitalismo de Estado, pone en riesgo los precios administrados por las empresas monopólicas multi, transnacionales o globales.

Al mismo tiempo, este nuevo estilo de competencia presiona crecientemente la incorporación de nuevas tecnologías, al destruir monopolios consagrados, aumentar la competitividad mundial, derrumbar los precios y favorecer la deflación mundial.

Estos elementos nos indican que las fuerzas de la competencia mundial se están acelerando, y con ello aumenta la demanda de protección a mercados nacionales y de intervención del Estado en favor de sus capitalistas locales, que a su vez desata conflictos locales, nacionales y mundiales.

Nadie debe subestimar la tensión internacional que producen estas reestructuracciones económicas. Algo similar ocurrió entre el final del Siglo 19 y el inicio del Siglo 20, para dar origen a un periodo de crisis iniciado por la Primera Guerra Mundial, profundizado con la crisis de l929 y sólo terminado con la victoria aliada en la...

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