Julio Galán/ La visión de un ermitaño
Finalizo este 2002 con la sensación de que en el arte existe un esfuerzo por dar algo nuevo, que aún no sé qué es, pero que está ahí, aguardando su momento.
Aunque México vive una situación difícil en muchos niveles, los artistas crean no sólo a pesar del Gobierno, sino a pesar de ellos mismos. Como siempre, sales adelante con los proyectos, lo que quieres dar, expresar o decir, pero no es fácil, como tampoco lo es en ningún otro campo.
Mi apreciación puede no ser muy real, en realidad no sé qué depara el 2003, ni lo que pasó en el 2002 -porque no soy muy afecto a pasear por las galerías o los museos-. Y aunque me declaro un irremediable ermitaño, he visto algunas cosas.
La instalación y la fotografía son dos recursos que aparecen como constantes y que llaman mi atención. Sobre todo el segundo. La fotografía figura ya desde hace años en el panorama plástico. Los artistas están usando la cámara para hacer arte echando mano de técnicas digitales y adelantos sofisticados. Creo que mucho de lo que le espera al nuevo año está relacionado con la fotografía.
Es imperativo, en la pintura, que surjan nuevos artistas, aunque actualmente existen algunos jóvenes con muchas ganas de nutrirse y de sacar lo que traen, tienen el gran reto de demostrar que merecen llamarse artistas.
En el panorama global hubo alguien que me llamó mucho la atención por su trabajo, el japonés Takashi Murakami, uno de los expositores de la Bienal de Basel, una de las más importantes ferias de arte a nivel mundial.
Llegué a Murakami, como a muchas otras cosas, por mi interés en la moda, que es la forma en que puedo filtrar lo que pasa en el mundo, lo que nos rodea. Mientras hojeaba una revista me topé con unas bolsas Louis Vuitton pintadas en colores muy fuertes: rojo con amarillo, azul con morado...
No resistí visitar su obra en la feria de Basel. Murakami está influenciado por los cómics de libros japoneses, de animación, y hace esculturas inflables de colores intensos que lo mismo cuelgan del techo que ruedan por el piso. Otro de los artistas notables es el argentino Guillermo Kuitca, quien roza el terreno de la instalación.
En este año resurgieron además, por razones inesperadas, dos artistas mexicanas contemporáneas: la capitalina Frida Kahlo y la jalisciense María Izquierdo. La primera por el estreno de una película hollywoodense sobre su vida. La segunda, por la polémica declaración que el Gobierno hizo de su obra pictórica como patrimonio nacional.
La película sobre...
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