VISIÓN ECONÓMICA / Reformas estériles

AutorSalvador Kalifa

La Gran Recesión originada en el mercado hipotecario de Estados Unidos y extendida al resto del mundo, reveló varios desequilibrios económicos preexistentes en distintos países.

El caso más emblemático es el de Grecia. Entre 2000 y 2007 su economía creció prácticamente al doble que el promedio de la Eurozona, debido, entre otros factores, a un gasto público deficitario que se volvió insostenible.

Esta situación, ocultada deliberadamente por el gobierno griego, comenzó a conocerse a principios de 2010 y luego se convirtió en una verdadera pesadilla que obligó a la Comunidad Europea a instrumentar varios rescates para Grecia, contagió a otros países, también rescatados, como Irlanda, Portugal y Chipre, y además afectó negativamente a España e Italia.

La salida de la crisis griega y de otros países europeos no puede apoyarse en cambios monetarios, porque ninguno puede, en lo individual, devaluar el euro, cuya paridad se determina por la unión monetaria. Por consiguiente, el ajuste tiene que recaer, por completo, sobre el sector real de sus economías.

La única forma de que éstas logren una transformación duradera es mediante la aplicación de reformas estructurales profundas, que se orienten a desparecer privilegios y corregir los desequilibrios acumulados a lo largo de muchos años.

Una de las reformas más urgentes y necesarias es la laboral, pero las experiencias recientes ilustran, una vez más, los pobres resultados que se logran cuando, desde un principio, se renuncia a hacer los cambios dolorosos y se opta por la salida política cómoda de los cambios posibles. Esto, lamentablemente, no sólo sucede en Europa, sino también en México, como se ha señalado recientemente.

En Grecia, después de varias modificaciones parciales a su mercado laboral en 2010, como la reducción en los costos del despido, recortes al salario mínimo y disminución en los descansos en las jornadas de trabajo, no se ha revertido el grave problema del desempleo.

La población empleada en Grecia que era de 4.3 millones de personas en el cuarto trimestre de 2010, se situó apenas en 3.6 millones en el segundo trimestre de este año.

España realizó en 2012 varios cambios en sus disposiciones laborales, particularmente en lo que se refiere a la adaptación de las condiciones de trabajo ante dificultades de las empresas, así como la flexibilización y reducción de los costos por despido. No obstante, el empleo que era de 17.8 millones de personas en el cuarto trimestre de 2011...

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