VISIÓN ECONÓMICA / El momento de la verdad

AutorSalvador Kalifa

Al final del sexenio de Felipe Calderón y con el respaldo del entonces Presidente electo, Enrique Peña Nieto (EPN), se aprobaron dos iniciativas de leyes presentadas como preferentes, relativas al mercado laboral y a la transparencia en la administración de los recursos públicos.

Esto, junto con la aprobación, ya en la presidencia de EPN, de varios cambios en materia educativa y de telecomunicaciones, hace pensar a muchos que hay avance en las modificaciones estructurales que requiere México para modernizar sus instituciones y, con ello, mejorar la competitividad en nuestra economía.

La estrategia de la nueva administración ha progresado gracias al Pacto por México (Pacto), firmado al día siguiente de la toma de posesión de EPN, con la anuencia de los tres partidos políticos principales y el compromiso inmediato de impulsar las reformas educativa y de telecomunicaciones, al ser de las que menos afectan los intereses de los distintos partidos.

Hasta ahora, el Pacto ha probado ser eficaz para canalizar las iniciativas mencionadas, pero al ser un acuerdo político, su suerte queda vinculada directamente a los intereses de cada partido y sujeto a las tensiones propias de la política, como se comprueba con los reclamos por el uso de recursos públicos en Veracruz para favorecer al partido de EPN.

Al margen de ello, para el futuro inmediato quedan pendientes las tareas de instrumentar los cambios aprobados y avanzar en las otras reformas. La realidad indica que la instrumentación de la llamada reforma educativa enfrenta, sobre todo en el Estado de Guerrero, una oposición frontal, e inconformidades en Michoacán, Oaxaca y Chiapas.

Esta oposición tiene dos significados relevantes. Primero, confirma que una vez sorteado el escollo de la discusión y aprobación parlamentaria de las iniciativas de ley, queda todavía un trecho largo y difícil por recorrer para ponerlas en práctica.

Segundo, cuando se afectan intereses de grupos, éstos presionan para revertir o bloquear, aunque sea parcialmente, las partes medulares de las reformas. Desde luego, no todas las reacciones serán como la de los maestros ni, para el caso, como la del Sindicato Mexicano de Electricistas, pero el reacomodo de fuerzas sociales puede resultar agitado.

La forma en que se resuelvan estos enfrentamientos será clave para definir el futuro de las reformas estructurales pendientes en México. Por ejemplo, el Congreso de la Unión aprobó el 30 de abril el cambio constitucional necesario para...

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