Visión Mundial / Más de discriminación
| Autor | Gabriel Guerra Castellanos |
Tres comentarios de lectores me animan -por distintas razones cada uno- a continuar con este tema agreste e incomodo de la discriminación. La semana pasada me referí a la que sufren en EU los inmigrantes mexicanos indocumentados y otros que no lo son (o inmigrantes, o mexicanos o indocumentados), trátese en éste último caso de individuos de origen étnico distinto, o de apariencia diferente, simple y sencillamente de conductas que la mayoría no considera aceptables.
El tiempo que se tomaron mis corresponsales, utilizando el término que se da a quien genera y responde correspondencia, me hace pensar que el asunto que me ocupa activa no solo las emociones sino que mueve, además, a la reflexión, con resultados que pueden o no gustarnos. Reproduciré y comentaré algunas de sus observaciones, omitiendo sus nombres, pues no me dieron (ni yo les pedí) autorización para mencionarlos.
El primero opina que "... el gobierno mexicano puede, en efecto, tomar causa en esta lucha para atenuar la barbarie que trata de linchar al monstruo de la inmigración (al menos la ilegal). Empero, mientras nuestro gobierno siga manteniendo un perfil alto en su discurso sobre este tema, seguirá habiendo un ambiente de encono dentro de los círculos políticos de EU y, sobre todo, entre la población anglosajona misma..."
Es este un asunto que no hemos tratado suficientemente: hasta donde las buenas intenciones de los políticos pueden chocar frontalmente con la realidad y generar con frecuencia un resultado totalmente opuesto al buscado.
Lo primero que me viene a la mente es por supuesto la infructuosa gestión que en el sexenio pasado se realizó para impulsar una reforma migratoria que no solo no se concretó, sino que generó posiblemente mayores reacciones adversas a la causa de los inmigrantes, tanto por el uso propagandístico que se le dio al asunto, como por la percepción de una intromisión externa en un asunto que al final del día solo compete a las autoridades, a los ciudadanos y a los habitantes de ese país.
Tampoco ayudan recientes declaraciones de políticos y funcionarios, quienes al defender pública y sonoramente los derechos de los mexicanos en EU, están alimentando los prejuicios y los pretextos de quienes buscan estereotipar a nuestros paisanos y a la actitud de los sucesivos gobiernos de México, a quienes acusan burdamente de promover la emigración masiva para, así, reducir las presiones económicas y sociales.
Mi segundo corresponsal me asegura que conoce "casi a...
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