Con virus declaran la guerra a las bacterias

AutorIsrael Sánchez

El año pasado, el biólogo Víctor Manuel González Zúñiga recibió un peculiar llamado de auxilio por teléfono.

Era de un hombre desesperado, cuyo padre se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos con una fuerte infección bacteriana contraída en el mismo hospital donde había sido intervenido.

Ante la ineficacia de los antibióticos, no parecía quedar más que una última, y sobre todo inusual, alternativa.

"Me llamaron para ver si yo tenía virus disponibles en mi laboratorio que pudieran usar (para atenderlo)", recuerda en entrevista González Zúñiga (Poza Rica, 1961), investigador del Centro de Ciencias Genómicas (CCG) de la UNAM.

Aunque su respuesta fue negativa, pues no estaba entonces muy involucrado en el campo clínico, la noción de combatir bacterias por medio de virus no era ajena al también maestro en Investigación Biomédica Básica y doctor en Biotecnología, quien ha estado principalmente enfocado en el estudio del Rhizobium, un género de bacterias capaces de fijar nitrógeno atmosférico -biofertilizar-, por lo que establecen simbiosis con las plantas que infectan.

"Cuando empezamos a estudiar la diversidad de estas bacterias nos encontramos también con los virus que tienen y que disminuyen sus poblaciones al infectarlas. Se llama bacteriófagos (o sólo fagos) a esta clase de virus que específicamente atacan a bacterias. Y Rhizobium no es la excepción", detalla González Zúñiga.

"Entonces, por ahí empezamos a trabajar con los virus hace varios años: con los bacteriófagos de Rhizobium, una bacteria benéfica", refrenda. "Se calcula que por cada bacteria que hay en el mundo hay 10 bacteriófagos distintos que la pueden atacar".

El uso terapéutico de estos bacteriófagos -virus "que comen bacterias", por su etimología-, o fagoterapia, si bien de entrada pudiera parecer algo contraintuitivo, en realidad se ha dado en diferentes partes del mundo, aunque básicamente a cuentagotas. Y está lejos de ser un enfoque o descubrimiento novedoso.

El microbiólogo franco-canadiense Félix D'Herelle (1876-1949) -contratado en 1908 por el Gobierno de México para obtener alcohol a partir de residuos de henequén-, fue el primero en afirmar hacia 1917 la presencia de un nuevo tipo de virus: un ente transmisible y capaz de matar a las bacterias, que años antes ya había previsto el inglés Frederick W. Twort (1877-1950).

"(D'Herelle) inmediatamente pensó que podían servir para curar (enfermos) o eliminar bacterias infecciosas en el ser humano", apunta el biólogo...

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