Virtuoso con una fórmula simple

AutorSergio Raúl López

Entre más se crece como intérprete, tras incontables horas de ensayos, días enteros de duro trabajo y muchos años para adquirir un conocimiento teórico y práctico, la fórmula para forjar buena música se vuelve cada día más simple, relata Pinchas Zukerman, y afirma: "cuando suena bien, te sientes bien, y cuando te sientes bien, suena bien".

El violinista israelí (Tel Aviv, 1948) que más esperanzas provocó en Isaak Stern, suena provocador en entrevista previa a su visita a México, donde este sábado y domingo actuará como solista de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, en la Sala Nezahualcóyotl.

Una larga y exitosa carrera le hace pisar firme y seguro el terreno peligroso sobre el que opina: la excesiva comercialización de la música clásica.

"En el mundo musical actual, el público tiene acceso a infinidad de ofertas musicales, y en el plazo de una semana e incluso un solo día, puede atender en la radio, la televisión, los discos o conciertos en vivo, a una vasta cantidad de compositores, estilos e interpretaciones de todo tipo, por lo que un músico en activo debe desarrollar la capacidad de elegir lo que él considera correcto para no extraviarse", advierte Zukerman vía telefónica desde Ottawa, Canadá, donde dirige la Orquesta del Centro Nacional de las Artes de esa ciudad desde 1998.

Compañera inseparable de esta masiva variedad sonora, dice, ha arribado la mediocridad: "Como público, ahora tenemos acceso a mucha mediocridad, antes el público era más conocedor y entendía la esencia de la música", indica.

En esta visita a México, Zukerman interpretará dos obras de estilos opuestos, el romántico "Kol Nidrei. Primer Concierto para Violín", de Bruch, y el barroco "Concierto para Violín y Violonchelo", de Vivaldi. El violinista actuará junto a Amanda Forsyth, bajo la conducción de Gabriel Chmura, director huésped principal de la OFUNAM.

El transcurso de los años y la práctica, asegura, le enseñaron a conocer y diferenciar el estilo musical de cada obra, además de que el oído se acostumbra a exigir el sonido que quiere oír. Con Bruch, advierte, al pertenecer al repertorio romántico, puede echar mano de muchos más recursos técnicos y reaccionar de manera natural, pero en el caso de los conciertos de los periodos romántico y barroco (como es el caso de Vivaldi), debe contener más el lado...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR