Las virtudes del objeto
| Autor | Jesús Pacheco |
Si en estos días es más barato y práctico leer una novela en la pantalla de tu teléfono -y muchos clásicos están disponibles de manera gratuita-, entonces los libros tienen que justificar su presencia y su valor acentuando las cualidades del objeto físico, afirma la diseñadora inglesa Coralie Bickford-Smith (Norfolk, 1974).
En más de una década de dotar de identidad visual a las colecciones más emblemáticas del sello inglés Penguin Books, Bickford-Smith ha visto renacer una nueva sensibilidad por lo material en el mundo editorial luego de un periodo en que el libro impreso incluso se había vuelto desechable una vez leído.
"La apreciación del libro se ha extendido hasta llegar a ser visto como un objeto de diseño", sostiene en entrevista.
"Por un lado, la gente está usando los libros como un elemento del diseño interior y, por el otro, está el factor del libro electrónico".
Con esa perspectiva en mente y diversos guiños al pasado, Bickford-Smith ha creado piezas atemporales que estimulan más de un sentido y le han merecido ser incluida en Fully Booked: Ink on Paper (Gestalten), libro que celebra lo no-digital con la revisión de múltiples publicaciones impresas que marcan la pauta en esta especie de nueva era del papel entintado.
"Materiales como el papel aluminio o la tela son ideales para eso, tienen características táctiles que no pueden ser replicadas digitalmente", cuenta.
¿Qué opinas del ubicuo debate sobre la supuesta muerte del impreso?
Se me ha hecho esa pregunta desde que comencé a trabajar en Penguin, y eso fue hace más de 10 años. Sí, la manera en que leemos ha cambiado, y sigue cambiando, pero no tengo miedo de la muerte inminente del impreso. Siento que el libro físico e impreso continuará existiendo junto a todas las demás formas de lectura.
Cuando vemos tus diseños, es inevitable percibir cierta nostalgia. ¿Tienes nostalgia por algún tipo de época dorada de la manufactura de libros?
Como diseñadora, tengo una obsesión por crear artefactos hermosos y atemporales para que la gente los disfrute, los aprecie y los comparta. Cuando era niña, me sentía muy atraída por William Blake y William Morris. En algunos proyectos he tenido carta abierta, así que pude perseguir una visión particular. El primero de mis clásicos de tapa dura surgió de mi fascinación por los libros victorianos, que me inspiró a experimentar con encuadernaciones en tela y con estampados metálicos. Otras veces ha habido un elemento en el informe -por ejemplo, la...
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