Con el violín en las venas

AutorKarla Torres

Son pocas las personas que tienen un gran amor en su vida. El caso de la familia Oistrach es diferente, pues tres generaciones de destacados músicos han compartido una sola pasión: el violín.

Valery Oistrach, una de las grandes figuras del violín ruso, nieto del legendario violinista David Oistrach e hijo del maestro Igor Oistrach, visita Monterrey por primera vez y se presentará mañana como invitado especial junto a la Orquesta Sinfónica de la UANL, en el Teatro Universitario, a las 20:30 horas.

El talento corre por sus venas, pero ser parte de una dinastía musical tan célebre como la suya tiene dos lados, pues su apellido a veces le pesa, confiesa el tercer heredero de los Oistrach.

Muchos años trató de no escuchar ninguna grabación de su abuelo, para así desligarse, concentrarse en sus partituras y encontrar su propio rumbo, sin embargo, críticos y público en general siempre hacían comparaciones.

"Son las dos cosas, es positivo, pero también es difícil, por supuesto el gran problema es que todo el mundo espera que toque como mi abuelo, sin embargo, los tres tocamos muy diferente.

"Me han hecho comentarios que mi forma de tocar recuerda un poco a la de mi abuelo, pero no puedo decir eso. Lo único que puedo decir es que los tres tenemos una técnica violinística general, pero somos muy diferentes", aseguró el también profesor del Conservatorio de Bruselas, en Bélgica.

Su vida entera ha girado alrededor de la música, pues además de su padre y su abuelo, su madre y su abuela también fueron pianistas profesionales. Para Valery, otra profesión nunca fue una opción.

Desde pequeño recibió lecciones de violín de parte de su abuelo David.

"La música era todo. Yo toqué muchos duetos con mi padre, con mi mamá en el piano, en mi vida sólo ha existido...

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