Vinos / Más del One Wine

AutorRodolfo Gerschman

Lo prometido no es deuda, para nada... al menos no en mi caso. La semana pasada me ganó el alzheimer y el tema del maridaje, y ya no regresé al One Wine One World 2009. Pero ahora sí, aquí me tienen con el vino de James Suckling, en el que participaron también Humberto Falcón y Hugo d'Acosta.

Si tuviera que ubicarlo en relación a alguna zona geográfica, lo haría más del lado del mediterráneo francés; y no sólo porque la mezcla es 40 por ciento de ese origen. Es que si tomamos como medida el arquetipo de los vinos de Baja California es poco lo que detectaríamos de salinidad o sobremaduración, a pesar de que sus caldos participan con el mismo porcentaje que los de Francia.

Cierto es, por otro lado, que ambos rasgos -salinidad y sobremaduración- ya están en retirada, en parte por cambios de clima (baste recordar las lluvias torrenciales de los últimos inviernos) en parte porque muchos productores comienzan a apostarle más a la elegancia que a la concentración, con lo cual sus vinos ganan sobre dos frentes: no concentran sal y tampoco excesos en los taninos, el alcohol y las notas de fruta pasificada.

Por lo poco que dijo al respecto Suckling en la degustación, pude ver que su ideal está igualmente más del lado de la elegancia. También dijo, mitad broma mitad serio, que éste es un vino "antiterroir", es decir que sus cualidades no nacen de la adhesión a características precisas de clima y suelo. Alguien mencionó también el tema poniendo el acento en la dificultad de encontrarle ese lado "terroir".

Yo particularmente opino que es igualmente difícil en otros vinos, aun cuando la región figure en la etiqueta. El "terroir" no sólo expresa cualidades, sino también las imperfecciones que puede generar la subordinación a los elementos naturales. Y el avance de las técnicas, así como el uso generalizado de barrica francesa, por ejemplo, suelen borrar aristas que son, sin embargo, manifestaciones de carácter.

El One Wine One World 2009 es un producto elegante que ha sabido entroncar virtudes de sus tres orígenes -Baja California, California y el Roussillon francés. Concilia la adustez del Viejo Mundo y la acidez natural que genera un clima más moderado, con la exuberancia frutal de nuestros viñedos. Predomina en él la fruta -moras, frambuesa- gracias a un trabajo sutil de madera; y aunque tiene buen cuerpo, no llega a ser avasallante. En síntesis, como decía hace...

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