Vinos / Indicios para un nuevo año

AutorRodolfo Gerschman

En estos días encuentro a menudo gente alegre. Es porque el año se acaba. Lo sé porque hasta hace muy poco veía a los mismos con gesto adusto. Pero ya ven: aunque no hayan puesto sus esperanzas en ello, este año se va a acabar. ¿Qué nos depara el siguiente? Yo digo que pura vida, citando a los costarricenses.

Pero no soy el único. Hace algunos días, en mi refugio, María del Refugio contaba historias dramáticas, como ya es costumbre en estos tiempos de fin de año. Pero lo hacía con un dejo muy fácilmente detectable de "eso sucedió: el año que viene será diferente".

En estas fechas, la vida nos sonríe aún más a los que estamos en el tema del vino, pero por otras razones. Es cuando la gente más gasta en ellos y, además, como dejaba asentado en esta misma columna un par de semanas atrás, es uno de esos sectores que siguió creciendo, más allá de toda crisis. Todavía no hay, claro está, estadísticas, pero sí indicios de cómo termina el año.

Un indicio es la proliferación de importadores y de etiquetas, que están actualmente en alrededor de 4 mil. Y aparentemente la composición no ha cambiado en cuanto a los tres importados que ocupan los primeros lugares en volumen: chilenos a la cabeza, seguidos de cerca por españoles, luego franceses y ahora argentinos, que si continúan creciendo de la manera que lo han hecho hasta ahora, pronto avanzarán una posición más. Los mexicanos están por debajo de los importados en bloque, pero a la vez por encima de cualquiera de ellos tomados separadamente por país.

También están apareciendo cada vez más tiendas de vinos, físicas y virtuales, y el bombardeo de emails publicitarios no cesa. Como sucede siempre en estas cosas, la oferta del comercio avanza más rápido que el consumo, de manera que también año con año cierran importadores y abren otros. La presencia de muchas de las etiquetas, en consecuencia, es efímera.

En todo caso, tenemos pendientes importantes, respecto a los cuales también comienza a haber indicios de cambio. Las champañas siguen siendo de consumo ocasional, básicamente en festividades y celebraciones.

La cantidad de bodegas de denominación Champagne en México ha ido bajando dramáticamente y, salvo alguna importación ocasional, no sobrepasan las 15: Lanson, Bollinger, Piper Heidsieck, Mumm, Pommery, Taittinger, Roederer, Veuve Cliquot, Ruinart, Feuillate, Perrier Jouet y por supuesto Moët & Chandon. Tal vez me olvido de alguna, pero no hay mucho más. Para un mercado de cerca de 110...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR