Vinos / Fiestas en ciernes

AutorRodolfo Gerschman

En una semana podré decirles, de primera mano, cómo influyó el extraño clima en el que vivimos sobre los vinos de este año. Pero en todo caso la incontrolable influencia ambiental no menguará, en estas fiestas de la vendimia cuyo inicio es en una semana, el ambiente de euforia. Y es que nunca se ha consumido tanto vino mexicano como ahora y nunca ha habido tantos nuevos proyectos que miran hacia un futuro de bonanza.

Mi impresión es que en los vinos mexicanos hay, en este momento, una realidad mediática y otra puramente comercial. Posiblemente se consumen en el País alrededor de un millón 800 mil cajas de vinos nacionales, sobre una producción total de 2 millones 100 mil (la diferencia se exporta). Cifras del 2006 por la Asociación Nacional de Vitivinicultores. Aunque estas cifras están aún muy lejos de las que pueden enarbolar los grandes países productores (corresponderían a las de una sola bodega española de tamaño medio a grande), no dejan de generar temas intrigantes.

Los protagonistas principales, si hablamos de cantidad de cajas vendidas en México, son sin duda Cetto y Domecq, lo cual muestra una sugerente estabilidad: ambas empresas dominaban el mercado de los nacionales hace tres décadas y continúan dominándolo ahora. Casa Madero ha avanzado rápidamente pero aún destina el grueso de su producción a la exportación. Santo Tomás está recuperando volúmenes en busca de los niveles que tuvo hace unos 15 ó 20 años (unas 80 mil cajas) y Monte Xanic se ha estabilizado en alrededor de 40 mil cajas.

De estos medianos y grandes jugadores (para nuestra realidad) no se habla ni escribe tanto -me refiero a quienes estamos en esto del comentario profesional-, o al menos no en la medida de su peso en el mercado. Es relativamente mayor el que tienen en los medios las bodegas más pequeñas, aquéllas que manejan volúmenes de 5 mil cajas para abajo. Más allá de figuras mediáticas como Hugo D'Acosta o José Luis Durand, el eco que logra este segmento se explica por la acelerada diversidad de etiquetas que genera y por su reivindicación de la calidad (que no siempre logra plasmar en la realidad).

La diversidad tiene un fuerte peso. Así es y ha sido siempre, comenzando por la diferencia, en un mismo vino, de una cosecha a otra.

El...

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