Vigilan, pero con carencias

AutorEnrique Osorio

Comida regalada, el suelo como cama, patrullas con llantas inservibles y préstamos con altos intereses, así es la vida a diario de un policía del Estado que hasta ayer padecía una falta de pago de parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Algunos informaron, bajo el anonimato para evitar que los sancionen, que la situación de los oficiales rurales es tan precaria que ya comenzaron a darse de baja algunos, pues al no llegar los pagos adicionales sus ingresos se redujeron dos terceras partes.

"Un (compañero) que traía la quincena pasada me dijo 'jefe, ahí nos vemos, en mi Municipio gano más', y se fue.

"Yo me tardaría todo el día platicándote, ¿cómo le hacemos? Pidiendo dádivas a la gente. Yo me dirijo al director de seguridad del Municipio, '¿sabe qué? necesitamos el apoyo de usted, porque nosotros no traemos viáticos'. Tenemos que sobrevivir de cualquier manera", explicó uno.

Ese grupo de policías se queda en una casa sin muebles que les prestaron, en donde para intentar descansar duermen en el suelo.

Su dinámica de trabajo es de 15 días de trabajo en zonas serranas que deben recorrer en patrullas con constantes fallas y llantas lisas...

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