VIGÍA DE BOLSILLO / Juego de fichas

AutorSofía Orozco

Hace unos días asistí a una reunión de carácter social, de esas en las que por razones de la vida te sientas con desconocidos y la cercanía de las sillas y el silencio imperante te obligan a entablar conversación. Así pues, entre los pistaches y botanas diversas, después de tocar el riguroso tema de la inseguridad en el País y las próximas elecciones, el joven sentado frente a mí comenzó a citar números y cifras sobre lo bien que estamos en Jalisco, con una percepción tan buena que fue inevitable que todos en la mesa lo adivináramos: ¿trabajas en el Gobierno del Estado, verdad?

Independientemente de la información que él poseía y que difícilmente permea a la población en general ni siquiera en tiempos del Quinto Informe de Gobierno, es cierto que hay que reconocer algunas cosas de esta Administración.

Primero, hay que hablar de la forma, una charla informal, con suetercito de cuello en V y micrófono de diadema en el escenario de un teatro. Luego, habrá que decir que hubo un poco de autocrítica, reconocimiento de lo que no se puede ocultar: cosas evidentes como los fallos en el Sistema de Justicia Penal, problemas de abastecimiento en el sector salud, y naturalmente en materia de seguridad.

También hubo una porra para sí mismo, reconociéndose como sensible, no autoritario, abierto a la crítica, no represor, obediente del mandato del pueblo. Habrá quien diga que sí, y habrá quien diga que más que sensible, ha sido un poco invisible.

En cuanto a los logros que sí se pueden medir las menciones no se escatimaron: que si los programas sociales, que si las exportaciones, que si MiBici, que si la producción agroalimentaria, que si la innovación.

Entre lo más destacable, se menciona que Jalisco, nuestro Estado, alcanzó el primer lugar nacional en generación de empleo en el año 2017, con más de 93 mil 631 empleos formales. Nada mal, aunque el tema de condiciones, salarios y demás siempre sea cuestionable, es un hecho que ya sea mérito o ya sea casualidad, algo hemos hecho más o menos bien, para que existan esos puestos laborales.

Acto seguido, de lo más extraño e inentendible que sucede y parecería que no nos debería importar, nuestro Gobernador nombra a un nuevo Secretario de Trabajo que es nada más y nada menos que Luis Carlos Nájera, el ex Fiscal.

Se supone que algo no iba tan mal en esa...

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