'Vieron si traíamos una bomba'

AutorDaniela Rea

Con detectores de metales, espejos y perros entrenados, los carros alegóricos y participantes en el desfile fueron revisados como parte de las medidas de seguridad.

"Nos metieron el aparatito por todos lados, para ver si no traíamos una bomba, yo creo, también nos revisaron los carros, pero nada, no hubo nada", dijo Zeferino Arellano, uno de los camoteros del centro histórico que desfiló.

Desde las 9 de la mañana, unos 50 elementos de seguridad del Estado Mayor y la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, con 6 perros entrenados, revisaron los más de 20 carros alegóricos.

Mientras, los perros husmeaban en las entrañas del Quetzalcóatl de fierro, que en el desfile lució más como una jaula de donde salía música 'punchis punchis'.

Un grupo de jóvenes extras, que antes del desfile habían participado en novelas como La Loba, también fueron revisados con los aparatos.

Mientras ellos resultaron extrañados por lo que consideraron un exceso de seguridad, algunas bailarinas que venían de provincia se sintieron seguras.

"Allá, las cosas no están para que tomemos la seguridad a la ligera. Se nos hace bien que revisen a todos, más vale", dijo Adriana Aguilar, una bailarina de son jarocho, quién llegó al Distrito Federal con el grupo de baile el domingo pasado, para los ensayos del evento. El último fue un día antes del desfile en Teotihuacán. Todavía trae los pies hinchados.

'Sáquense de aquí, ya acabaron'

Mil 600 músicos y bailarines llegaron de los distintos estados del País para representar sus tradiciones. También participaron voluntarios, extras de telenovelas y los camoteros del Centro Histórico.

En el desfile son homenajeados como parte de las tradiciones populares de los mexicanos, cada que silban los aplausos los acompañan. Pero en su realidad, padecen el acoso de la autoridad que no los deja vender en las esquinas.

"Nos invitaron y hasta nos pagaron para que viniéramos a desfilar porque somos una de las tradiciones más importantes del pueblo mexicano, pero luego en la realidad nos quitan la mercancía, nos cobran multas, nos corren...

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