Vidrio artesanal: Frágil industria

AutorLilia Carrillo

La producción mexicana de vidrio artesanal se "estrella" contra los altos precios de los insumos energéticos, la falta de recursos financieros y el comercio desleal. Se estima que existen más de 580 talleres fomales dedicados al vidrio artesanal, que representan el 60 por ciento de los establecimientos de la industria del vidrio en el país.

El sector está conformado por pequeñas empresas, ya que hay un promedio de 17 personas por taller, que suman alrededor de 10 mil personas dedicadas al vidrio artesanal.

El grueso de los talleres se concentran en Jalisco, el Distrito Federal, el Estado de México, Guanajuato y Puebla.

El principal problema de la industria son los altos precios de sus insumos, que conforman al menos 53 por ciento de sus costos.

Sólo el gas LP, uno de los principales insumos para técnicas como el vidrio soplado, registró un incremento de 40 por ciento durante el 2000.

A pesar de las limitantes, diversas empresa han logrado exportar. Se prevé que en el 2000, las exportaciones sumaron unos 86 millones de dólares, que representan 6 por ciento del total de las ventas al exterior de la industria vidriera mexicana.

En ciertos artículos de vidrio, como los servicios de mesa de vidrio soplado, la demanda interna es superior que en el exterior, informó la gerente de desarrollo del sector muebles, artículos de regalo y decoración de Bancomext, Rebeca Martínez.

Mientras que el mercado internacional, agregó, es más selectivo y más exclusivo en cuanto a calidades, diseño y colores.

Uno de los mercados más importante para la artesanía mexicana es Estados Unidos, que en 1999 compró un total de 1.3 millones de dólares en artículos de vidrio soplado, una de las técnicas que gozan de mayor popularidad.

¿Cuánto Cuesta una Artesanía?

"México tiene manos maravillosas, pero no tenemos todas las materias primas", explicó la vicepresidenta de la sección 114 de artesanos de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, Maribel Fernández.

Las manos artesanales y las materias primas representan 90 por ciento del costo de una pieza de vidrio artesanal.

El corazón de un taller de vidrio soplado es el horno central, recubierto en su interior de ladrillos refractarios y siempre debe estar prendido: sólo se apaga una vez al año, para darle mantenimiento.

Para que el vidrio se funda, y pueda ser trabajado, el horno debe estar a más de mil grados centígrados.

Si se prendiera y se apagara en cada jornada de trabajo, los ladrillos refractarios...

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