Vidal Garza Cantú / Mejores políticos

AutorVidal Garza Cantú

En uno de los momentos más peculiares que enfrenta América Latina, la semana pasada tuve la oportunidad de reunirme con el ex Presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso.

El encuentro con el ahora titular de la Fundación que lleva su nombre derivó en una discusión sobre las semejanzas y diferencias entre ambos países y sus retos futuros, lo que me dejó un par de reflexiones.

Primera: enfatizar la importancia del ex Presidente. Su arribo al poder quizás pudo haber sido circunstancial, pero su Gobierno fue tan positivo que sólo Lula da Silva comparte con Cardoso el éxito de la reelección en un país que en la década de los 70 tuvo un Gobierno militar no democrático.

Desde mi punto de vista, su legado importa por su total respeto por las instituciones, por su capacidad de generar acuerdos y por ser un verdadero político gobernante y no uno electorero.

Segunda: el contexto actual de Brasil en materia político-económica. Sin importar la casa encuestadora, el ultraderechista Jair Bolsonaro sigue adelante en las preferencias -cuando Lula queda fuera de la ecuación- y los analistas políticos sólo esperan dos acontecimientos: la decisión definitiva sobre las posibilidades de competir de Lula y que llegue la fecha de la segunda vuelta, que será el 28 de octubre.

Tras meses de escándalos políticos y el auge de la indagatoria de corrupción llamada Operación "Lava Jato", los brasileños están hartos de la clase política.

Algunas cifras que recientemente fueron publicadas por The Economist revelan que más del 15 por ciento de los brasileños aún no deciden su voto y el 31 por ciento dijo que lo decidirá en las urnas o que dejará su voto en blanco. De acuerdo con el semanario británico, son datos atípicos.

Al echar un rápido vistazo al proceso electoral de nuestro vecino del sur y vivir la realidad postelectoral nuestra del 1 de julio, Cardoso y yo llegamos a la conclusión de que subestimar el descontento tiene sus consecuencias y confirmamos que cuando América Latina gira en alguna dirección, México va para el otro lado.

Platicando sobre los retos a futuro, coincidimos en que el reto clave de la región será cómo mejorar a la clase política.

No se trata de si...

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