Vida tras la lente

AutorFernanda Carapia

Hace más de 55 años, Ramón de Anda Torres empezó a plasmar los momentos de diversión, romanticismo y de historia en un pedazo de papel a través de la fotografía.

Con su cámara, que en aquel entonces eran grandes y pesadas, recorría El Parián y toda la zona turística de Tlaquepaque en busca de clientes a los que cobraba 1.50 pesos por tomarles una foto como recuerdo de su visita.

Don Ramón no solo aprendió el arte de manejar las cámaras, sino de combinar ácidos y otras sustancias para que las imágenes "cobraran vida".

"Era una cámara grande, se usaba puro blanco y negro, revelábamos cada quien, comprábamos un amplificador y ahí hacíamos las fotos, revelábamos en un cuarto oscuro, hacíamos las fotos y las entregábamos luego luego".

Conforme pasó el tiempo, recuerda, las cámaras cambiaron y se empezó a utilizar el formato 35, aunque todavía tuvieron que pasar muchos años para que este instrumento fuera ligero y sencillo de usar.

Después de trabajar en El Parián, don Ramón decidió probar suerte en el Centro de Guadalajara, una ciudad más grande y con una nueva forma de trabajo.

En los portales las fotos eran al instante y no porque se utilizara una cámara instantánea, sino porque el fotógrafo le tomaba una placa a las personas sin previo aviso, cuando iban caminando, o bien, cuando sentados en una banca disfrutaban de un helado y se les entregaba un cupón donde venían la dirección a la que podían acudir a recoger la foto.

"Cuando iba una persona caminando el fotógrafo le tomaba una foto y le daba un cupón, en el cupón venía la dirección y todos los datos del fotógrafo, entonces la persona iba y veía pruebitas chiquitas, entonces si le gustaba la foto la ordenaba y la pagaba y ya iba a recogerla al siguiente día", expresa.

Don Ramón recuerda que entre las dificultades de ser fotógrafo estaba cargar el equipo, ya que además de la cámara tenían que traer un acumulador para que el flash funcionara.

"Antes cargaba uno el flash, pero los acumuladores que traía uno con ácido le quemaban a uno el pantalón, el saco, lo quemaban a uno todo, se tiraba el ácido y con ese...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR