La vida en un museo

AutorJonathan Lomelí

Los sucesos más extraordinarios vividos por el artista mexicano Jorge Rojas durante su primera noche como morador en la vitrina de un museo fueron tres visitas inesperadas: una mariposa negra, un grillo y una cucaracha. La primera le sacó un buen susto.

En la mañana, ya repuesto (aunque apenas acumulaba tres horas de sueño y sólo barras energéticas y jugos habían sido su alimento), cumplía su objetivo: vivir detrás de la vitrina del Ex Convento del Carmen que da a Avenida Juárez, en donde permanecerá hasta el viernes.

"¿Algo más que ocupe, maestro?", le preguntó un vigilante del recinto después de entregarle un café con leche por la mañana.

No faltó quién le invitara un refresco o hasta una torta ahogada.

Con su obra interactiva "Myspace", que forma parte del proyecto "Rasgos en vivo", el artista refirió que busca borrar las fronteras entre espectador y obra de arte o artista, convirtiendo al observador en parte de la obra.

"Yo quiero que la gente piense en la importancia del contacto humano", recalcó.

Jorge pasó la madrugada chateando, contestando algunos correos electrónicos y oyendo música. Casi una vida normal, se diría. Lo rodean un catre, una pequeña mesa, su computadora y pinturas. Sólo puede salir al baño de la planta alta.

A cualquier curioso que se asoma al interior de su nueva morada, Jorge lo invita a pasar y a sumarle algunos brochazos al lienzo en que trabaja.

"El pueblo tapatío ha hecho esta pintura", aseveró.

Transmite su estancia en vivo por la red a través de la liga http://www.blogtv.com/people/myspace. Por ejemplo, ayer...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR