Por tu vida, ¡chécate ya!
| Autor | Andrea Menchaca |
"La juventud y la salud no son eternas"... A veces, quienes pasan de los 40 años, empiezan a entender esto cuando escuchan a sus amigos de generación hablar sobre sus achaques o los de sus conocidos.
No es que esta edad haga a la gente más quejumbrosa o pesimista, sino que es en esta etapa de la vida cuando la incidencia de algunas enfermedades se comienza a incrementar.
Por eso, la importancia de que la prevención se dé a partir de los 40 años realizándose chequeos médicos anuales con un médico internista o familiar, o bien acercándose a un hospital que ofrezca este servicio.
Julio César Dávila, médico del Área de Evaluación Interna del Hospital San José, señala que es a partir de las cuatro décadas de vida cuando empieza a aumentar el riesgo de las enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes mellitus, niveles altos de colesterol, cáncer y enfermedades cardiovasculares.
"Durante varias décadas en nuestro País la gente se moría de problemas agudos. Conforme avanzamos nos fuimos pareciendo a los países de primer mundo, pero también en las enfermedades", explica el internista y geriatra.
"La gente se muere, básicamente, de problemas derivados de la hipertensión arterial, la diabetes, problemas de insuficiencia renal, accidentes vasculares cerebrales, entre otros, por lo que acercarse a un sistema de salud a hacerse una evaluación general nos permite detectar a tiempo esas enfermedades".
El chequeo médico debe estar centrado en cada paciente. Eso significa que la evaluación periódica puede variar entre una y otro persona a pesar de que tenga la misma edad, señala José Alberto Sagástegui, coordinador de Medicina Interna de la UDEM.
Por un lado está el paciente que está asintomático y, por otro, el paciente que sabe que presenta un factor de riesgo.
"La ventaja de hacer una revisión periódica o de enfermedades que no den síntomas es reducir la incidencia de enfermedades que, detectadas tempranamente, pueden tener cura o la modificación de los factores de riesgo, lo que tiene un impacto en la calidad de vida y la sobrevida de los pacientes", destaca el internista y neurólogo.
Sagástegui explica que hay que buscar si hay sobrepeso, hipertensión, anormalidades en los lípidos sanguíneos; si el paciente tiene hábitos de consumo de tabaco, alcohol u otras drogas; si realiza actividad física, y conocer si en su historia familiar hay casos de males crónicos.
"Hay que evaluar el beneficio neto de realizar ciertos exámenes de detección, los...
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