Entrevista / Víctor Hugo Rascón Banda / Advierte buenos tiempos en escena
| Autor | Julieta Riveroll |
México.- La ventaja de estar preso es la soledad, dice el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, para quien se ha traducido en una fuente de creatividad.
Obligado al encierro, primero en el hospital y ahora en su hogar, a causa de la enfermedad que padece, una hemólisis que le impide generar glóbulos rojos, el autor fue testigo el lunes de la creación del Premio Nacional de Dramaturgia que lleva su nombre.
Estar cautivo lo condena a pensar, a agudizar sus sentidos como no le era posible hacerlo en libertad, afirma el también presidente de la Sociedad General de Escritores de México en una entrevista centrada en su experiencia teatral.
Rascón Banda (Chihuahua, 1948), con un cuarto de siglo como dramaturgo, advierte tiempos afortunados para el arte escénico, que ha recobrado su dimensión humana al colocar en el centro al actor y la palabra, despojándose de los artificios tecnológicos con los que coqueteó en el siglo 20.
¿Qué le decía la palabra teatro y qué le dice ahora?
-Ahora me dice espejo del país, reflejo de la pesadilla que viven los mexicanos. De niño era un juego, porque era una materia obligatoria en Chihuahua.
¿Cuál ha sido su mayor desencuentro con un director de teatro?
-He tenidos dos desencuentros, uno con mi tercera obra de teatro, "Tina Modotti", que dirigió Ignacio Retes en la UNAM. Tuvimos un grave conflicto, al grado de que el acuerdo fue que yo no firmara la obra. El otro fue con "La Mujer que Cayó del Cielo", que dirigió Bruno Bert; yo tuve la culpa porque lo acostumbré a montar obras mías en fragmentos y como no le advertí que esta vez le daría el texto completo excluyó muchas escenas importantes. Pedí a la UNAM que suspendieran el montaje y no fue posible.
¿"La Malinche" ha sido su obra más traumática?
-Sí, traumática, polémica, escandalosa e incomprendida; sólo la gente joven entendió que no era una obra convencional. La montó el alemán Johann Kresnik con algo de danza y de música, mucho de circo, de política y de impacto visual. Cada vez que quiero sentirme humilde y hacer a un lado mi vanidad, leo los recortes para saber que uno se puede equivocar.
¿Algún tipo de teatro le incomoda?
-El teatro frívolo, creado para reír y evadirse, el que hacen los jóvenes sin importarles la sociedad y el país donde viven. Me indigna el teatro que no debate ideas, porque por la voz del dramaturgo habla la sociedad de su tiempo.
¿Qué olor o sabor relaciona con el teatro?
-El olor húmedo y estimulante de las maderas, las butacas que...
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