Viajes que alimentan el alma

AutorPedro Berruecos

FOTOS: PEDRO BERRUECOS

Suena la alarma. Hay que alistarse. A las cuatro de la mañana parte la camioneta que llevará a un grupo de viajeros a un pequeño pero gran destino: San Andrés Calpan, Puebla, cuna de la nogada en México y que está ubicado a unas dos horas de la Ciudad de México.

A bordo van amantes de la gastronomía, la vida rural, la historia y la fotografía. La ruta no podría ser más perfecta. Además de conocer lo que hay detrás de un Chile en Nogada -uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía mexicana-, el trayecto y el itinerario brindan postales dignas de ser atrapadas por una cámara.

Muchos están ávidos de captar el amanecer y su hora azul en las faldas de la Sierra Nevada, justo en un paraje que evoca a algunas de las obras de José María Velasco y del Dr. Atl.

Tras una parada en la que algunos consiguen hacerse de bellas tomas, el camino continúa en la todavía fresca mañana. A muchos entusiasma la idea de estar en la tierra donde se siembra la mayoría de los ingredientes originales de este manjar: la manzana panochera, la pera lechera, el durazno criollo, la nuez de castilla y, por supuesto, el "chile de tiempo".

Hilda Cruz se encarga de dar la bienvenida. Ella es una incansable promotora de Calpan, a través de Slow Food Sabores de Calpan y, recientemente, de Tierra y Sabor Comida Tradicional, sitio en el que se trabaja en favor de los productores del campo y de las cocineras tradicionales que defienden su talento y oficio.

Don Goyo Chino Popocatépetl es el protagonista de un espectacular amanecer. El viajero comienza a entender que su actividad y la de su compañera durmiente determinan la calidad del...

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