Viaje al fondo de la Colección de Peces

Berenice González Durand

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 4 (EL UNIVERSAL).- Escamas, dientes, aletas, ojos. Diferentes partes de los peces se observan a través de los frascos de cristal donde son conservados. Sus cuerpos flotan en alcohol sobre numerosas gavetas, donde un nuevo océano de posibilidades los alberga. La ficha que los acompaña con datos como nombre científico, fecha y lugar de colecta, revela un poco de su origen, que también es la historia del mayor inventario de los recursos ictiofaunísticos del país.

La Colección Nacional de Peces (CNPE), albergada al interior del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mantiene más de 250 mil ejemplares provenientes de los sistemas acuáticos naturales y artificiales del país, como océanos, mares, estuarios, lagunas costeras, lagos, ríos, cenotes, bordos y presas. El maestro Héctor Salvador Espinosa Pérez es el encargado del acervo que tiene sus raíces alrededor del año de 1896, cuando el legendario científico mexicano Alfonso L. Herrera publicó el "Catálogo de la Colección de Peces del Museo Nacional", en el cual se mencionan muchos peces que aún se conservan.

Entre los ejemplares que provienen del Antiguo Museo Nacional, que posteriormente pasó a ser el Museo del Chopo, se encuentran algunos de los más antiguos que se resguardan, como un pez de aguas profundas de 1886, probablemente traído de Europa, ya que también se conservaban ejemplares traídos de otras partes del mundo.

Actualmente la CNPE está acompañada por otros recursos que amplían la información, como colecciones de esqueletos, escamas y otolitos. Estos últimos son pequeñas estructuras calcáreas que les sirven a los peces para la audición y son diferentes en cada ejemplar. Frecuentemente se integran más ejemplares, no sólo a través de nuevas colectas, sino de la donación de otras colecciones más pequeñas provenientes de diferentes partes del país, como el caso de un acervo del Tecnológico de Monterrey proveniente de Guaymas, Sonora. Fue cedido hace seis años al cerrarse algunas carreras en esa sede educativa, pero reunía 40 años de trabajo en más de 12 mil frascos con diversos ejemplares a los que era necesario buscarles un refugio adecuado.

Para Espinosa, mantener un registro puntual de los peces que han habitado y habitan los cuerpos hídricos del país, es también una oportunidad para saber cómo van variando sus condiciones y los aspectos que influyen en el mantenimiento de su biodiversidad. Entre...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR