Viajando Ligero / La mejor hora en Isla Mujeres
| Autor | Jim Budd |
Unos 350 millones de dólares están a punto de invertirse en Isla Mujeres en proyectos como campos de golf, villas, condominios y hasta un hotel Ritz Carlton y una marina. Pero el legendario encanto de la pequeña isla no se verá afectado, promete Paulino Adame, el presidente municipal. La mayor parte del municipio está en tierra firme, y ahí es donde está planeada la urbanización.
"La isla misma debe quedar inalterada", dijo Adame. "Allá en la época en que Quintana Roo era un territorio federal, Cancún se gobernaba desde Isla Mujeres. Ahora ya no. No queremos que pase aquí lo que pasó allá".
Diminuta gema engastada en un mar azul turquesa, Isla Mujeres tiene una longitud de apenas ocho kilómetros y una anchura que no llega a dos. El sol brilla radiante, la pesca y el buceo con scuba son deliciosos. Es cierto que en Isla Mujeres no hay nada que usted no pueda encontrar en Cancún. Nada, salvo la sensación de que ese solía ser el aspecto del Caribe mexicano.
Se han producido cambios, pero son mínimos. La misma compañía que maneja Xcaret y Xel-Ha está operando ahora El Garrafón, un parque que está en la punta meridional de la isla. Los clientes han de atravesar una enorme tienda de regalos cuando llegan y cuando se van. El Garrafón me hace recordar a Las Vegas, donde los huéspedes de los hoteles han de dar un largo paseo por un casino para llegar a la recepción donde registran su entrada. La mayor atracción en El Garrafón es el buceo con esnórquel entre miles de peces tropicales, pero ahora hay otras muchas, incluyendo una simulada aldea caribeña atiborrada de pequeñas tiendas.
Ocho kilómetros más al norte, el Avalon Reef Club, inaugurado apenas el año pasado, ocupa el recinto de lo que según afirma Hugo Lecanda, su gerente general, fue el primer resort de lujo del Caribe mexicano. Con una altura de casi diez pisos, durante algún tiempo fue sin duda el edificio más alto de todo Quintana Roo. Inaugurada como el Zazil-Ha, la propiedad fue conocida más tarde como el Bojórquez y después fue administrada por las organizaciones Presidente y Meliá. El Huracán Gilberto obligó a cerrarlo en 1987, hasta que hace dos años llegó la gente de Avalon.
"Sólo tenemos alrededor de mil cuartos de hotel en la isla, en su mayoría muy modestos, pero en realidad no queremos más", dijo el presidente municipal. "Recibimos un promedio de 2 mil visitantes cada día, pero pocos de ellos pasan la noche".
La urbanización en tierra firme, en cambio, es bienvenida. Se espera...
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