Viajando Ligero / Todo incluido, excepto vista al mar

AutorJim Budd

Invisibilidad es lo primero que reconoces a lo largo de la Riviera Maya. Desde el cielo, las torres de Cancún centellean conforme te acercas al aeropuerto. Pero tras el aterrizaje manejas hacia el sur atravesando la jungla de Quintana Roo por una carretera que carece de cualquier opulento hotel, restaurante de lujo o elegantes tiendas y centros comerciales.

Unos cuantos rótulos apuntan hacia lo que hay más allá de la alta hierba, rumbo a la playa y el Mar Caribe, pero las plumas metálicas y de madera y sus centinelas impiden el acceso a todo aquel que no empuñe voucher de reservación.

A diferencia de Cancún, los centros vacacionales a lo largo de la Riviera Maya son en su mayoría del tipo "todo incluido". Eso quiere decir que en el precio del paquete están previstas todas las comidas y las diversiones, así como el alojamiento y el traslado desde y hacia el aeropuerto. El paquete aquí es el modo de viajar. Esos hoteles no están abiertos normalmente a las almas curiosas que quisieran merodear y ver qué hay disponible.

Hace poco tuve la suerte de que me invitaran a instalarme, por unos días, en el Iberostar Grand, uno de los alojamientos más nuevos en toda la Riviera, y joya de la corona del complejo Iberostar Grand Hotel Paraíso, que consta de cinco resorts.

Iberostar ha creado una miniatura de Las Vegas en Playa Paraíso. El hotel Grand es realmente grandioso, y me recuerda a los palacios reales en Europa, pero con aire acondicionado y tubería interior. Además de éste, otro de los resorts es maya gracias a su decorado; un tercero se asemeja más a una hacienda mexicana. Los dos restantes, por cierto los menos costosos, son sencillamente agradables hoteles de playa.

En mi calidad de huésped del Grand pude usar las instalaciones y cenar en los restaurantes de los otros cuatro resorts. La gente que se aloja en el Maya y en el Lindo (el resort de estilo hacienda) podía moverse por cualquier lugar del complejo menos por el Grand, mientras los ocupantes de las propiedades más baratas estaban confinados a sus propios recintos. Es indudable que tal política animará a los vacacionistas a ahorrar algún dinero para aspirar por algo mejor el año que viene.

Pero incluso en el complejo Iberostar Grand Hotel Paraíso, un cuarto con una o dos vistas hacia el océano no está previsto en el precio de "todo incluido". Ese lujo cuesta 100 dólares extra cada noche. Y recuerda que todo se cotiza en dólares por la Riviera. Los turistas mexicanos están en minoría...

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