Viajando Ligero / Esquí veraniego en Oregon

AutorJim Budd

Aunque estamos a mediados de julio, usted no necesita planear un viaje a Sudamérica si quiere ir a esquiar ahora. Allá en Oregon, las pistas todavía están abiertas en Mount Hood, a unos 100 kilómetros al este de Portland. Salga usted esta tarde y estará en las laderas por la mañana.

Cabe reconocer que Mount Hood no es Vail, ni siquiera Portillo, pero es la única montaña de Norteamérica donde la temporada de esquí nunca se acaba. Bueno, casi nunca. Las instalaciones se cierran a fines de septiembre, pero no por escasez de nieve sino por mantenimiento.

En Mount Hood usted puede esquiar en un glaciar que quedó de la edad del hielo. Y en una montaña que es un verdadero volcán humeante, igualito que el Popocatépetl, pero con telesillas. Con la cima a unos 3 mil 400 metros sobre el nivel del mar, no llega a alcanzar su altura, pero está mucho más al norte. Como era de esperarse, estas pistas no son para novatos. Las pistas están marcadas con diamantes negros, lo cual indica que sólo los expertos deben intentarlas.

Puede ser una verdadera experiencia meterse en la nieve desde un templado clima veraniego, pero ése es uno de los deleites de unas vacaciones en Oregon. Hay tantas cosas qué hacer. Esquí en la nieve por la mañana y esquí acuático por la tarde, por ejemplo. Deje usted para el día siguiente el windsurf en el río Hood o el remo en kayak en uno de los 40 lagos.

Ahora bien, no espere que esa montaña sea para usted solito. Debido a su cercanía de Portland, Mount Hood ve muchísimos visitantes, y en los fines de semana la carretera de bajada y subida a las zonas de esquí puede estar llena de coches pegados y a vuelta de rueda y atascada horas enteras. Piense usted en el Periférico durante una tormenta. Los días laborables no son tan malos. De hecho, los hoteles cercanos a Mount Hood suelen bajar sus tarifas a mediados de la semana, mientras que en Portland las tarifas disminuyen para las noches de viernes, sábado y domingo.

Innumerables son los lugares de elección para alojarse en la montaña o en sus cercanías. Ahora bien, si usted puede, consígase una o varias noches -o por lo menos una cena- en Timberline, el abuelo de los alojamientos de esquí. Equipado con mobiliario, alfombras, cortinas y apagadores de luz hechos a mano, el hotel fue edificado en la década de 1930 por el Gobierno de Estados Unidos como medio de crear trabajo para los desempleados. Los artesanos dedicaron su tiempo a crear un monumento. Pronto se inició aquí el reciclado...

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