Viajan regios a McAllen; tienen regreso de terror

LOS CASOS de regiomontanos que tienen regresos de terror al viajar a McAllen parecen no terminar.

Un viaje por carretera llevó a una familia al frente de la guerra que libran en la frontera el crimen organizado y los militares.

El miércoles, Gerardo Cárdenas fue testigo de cómo en cuestión de minutos la carretera Reynosa-Monterrey, después de la salida del Puente Anzaldúas, se transformó en un campo de batalla.

"Vimos que pasaban camionetas y autos perseguidos por un convoy de soldados, como si fuera una guerra, con armas a la vista y a toda velocidad", contó Cárdenas, un profesionista, quien vive en el sur de Monterrey.

El 23 de octubre a las 17:00 horas, Cárdenas y su familia regresaban de McAllen a bordo de su auto. Habían decidido viajar de día.

Al llegar a la carretera Reynosa-Monterrey, el regiomontano notó que había un tráfico inusual, en el sentido hacia Nuevo León, pero, de pronto, la circulación se detuvo por completo.

Comenzaron a escuchar disparos, y entonces se dio cuenta de que estaban atrapados en medio de un tiroteo entre pistoleros y militares.

"Todo el mundo estábamos empanicados", dijo Cárdenas.

Relató que entre el tráfico maniobró para intentar resguardarse, cruzó un camellón y avanzó con su coche unos metros adelante en el sentido hacia Monterrey.

"Cometí la imprudencia de brincar el camellón, y ahí se me ponchó una llanta", contó.

La ponchadura fue provocada por unos clavos soldados entre sí en forma de estrella, denominados ponchallantas, que han sido...

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