Viajan con muy buen humor

AutorRubén Hernández

Este año correspondió a Frédéric Lejars, chef de la Presidencia de México, actuar como anfitrión en el encuentro del Club des Chefs des asociación fundada en 1977 en Collongnes, Francia, y que concentra a un selecto grupo de cocineros ocupados en la atención de los dignatarios mundiales.

Metódico e intenso, Lejars cuidó el desarrollo del encuentro, que resaltó por la sencillez y el buen humor de los chefs y la inconsistencia en los eventos locales, a cargo algunos de ellos de los gobiernos estatales.

Por unos días, el mundo de la cocina se platicó en francés, inglés y español, siendo finalmente esta lengua la que marcó una sintonía especial al encuentro, sobre todo por la gestión del chef del Rey de España, Carlos Galdamez Rodríguez, que hacía bromas, gesticulaba e incluso hacía reír a los participantes chinos, empresa que calificó como una de las más difíciles del mundo.

Luego de una recepción con el Presidente Ernesto Zedillo, en la que además del trato amable del mandatario resaltó en el gusto de los visitantes una deliciosa ensalada de nopales, los chefs pasaron dos días en la Ciudad de México visitando lugares como el Museo de Antropología y la zona arqueológica de Teotihuacán.

La fresca mañana sabatina empezó con una visita a Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma en Toluca y culminó con una comida en la hacienda de esta empresa, donde resaltó el cabrito asado y en barbacoa y la tradicional sopa de médula, vista con cierto recelo.

El chef del Presidente de Perú, Elías González Cortijo, disfrutó de la variedad de salsas y chiles encurtidos que le recordaban algunos sabores de su tierra.

Inglaterra era porte y estilo con la presencia del chef de Su Majestad la Reina, Lionel Mann, que con condecoraciones incluidas daba más bien la imagen de un comandante a punto de embarcarse, si bien la fuerza de su identidad la daban sus 50 años al servicio de la Corona y su cariñoso andar con su esposa: manifiesto de un eterno romance.

La lluvia vespertina marcó la entrada a Morelia. La anunciada cena de gala en la Casa de Gobierno demeritó desde el momento en que se avisó que el Gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí no asistiría; algo que le restó importancia al evento.

Más allá de ello, campeaba el buen humor; no bastó éste, sin embargo, para superar una cena compuesta de crema de aguacate, pescado capeado y una cazuelita de chongos zamoranos.

Además del descuido en el servicio, el pescado arrancó los comentarios de los chefs asistentes, ante la literal...

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