A vestido regalado (o prestado) no se le ve defecto

AutorSandra Rodríguez

La alfombra roja de los Óscares parece una pasarela, pues las estrellas traen puestas las novedades de los mejores diseñadores. Lo interesante es que lucir estos vestidos tan exclusivos no les cuesta ni un centavo.

Los creadores de moda saben que si una actriz usa una prenda suya, obtendrán muchísima publicidad, pues aparecerá en periódicos, revistas y programas de televisión de todo el mundo.

Por esta razón, les conviene vestir gratuitamente a las celebridades.

Tan pronto se anuncian las nominaciones, se apresuran a "cortejarlas". Les envían fotos de sus colecciones y sugerencias de qué ponerse.

Si alguna estrella muestra interés, se movilizan hacia California y montan un taller improvisado en la suite de un buen hotel, como Le Meridien o L'Ermitage de Beverly Hills, donde presentan opciones y hacen ajustes de talla.

Hasta aquí todo parece sencillo. El problema es que más de un diseñador se ofrece a ajuarear a cada actriz. Mientras más importante sea ella, más voluntarios habrá.

Es común que una estrella tenga varios vestidos y que tome su decisión final en el último momento. Al igual que los nominados, los diseñadores no saben hasta la noche del evento si son los elegidos.

Para los que no lo son, las pérdidas monetarias son grandes. Entre transporte, hoteles, hechura del vestido rechazado y otros asuntos, fácilmente se gastan 50 mil dólares que no recuperan.

¿PODER DE CONVENCIMIENTO?

Los diseñadores que no se animan a "jugarse el volado" tan a la ligera pueden recurrir a una agencia de relaciones públicas como StyleFile, para que convenza a las estrellas de usar su ropa.

En 1997, esta empresa animó a la chica grunge Courtney Love a ponerse un traje elegante de Versace para los Óscares. StyleFile cobra unos 5 mil dólares por lograr que una figura destacada se ponga el vestido de uno de sus clientes, aunque tampoco puede garantizar que lo haga.

Pero a fin de cuentas, las estrellas hacen lo que quieren. En 1996, por ejemplo, Sharon Stone podría haber usado prendas espectaculares de Vera Wang o Valentino, pero de última hora optó por una simple blusa de cuello de tortuga de Gap que ya tenía en el clóset.

AYUDAN A ELEGIR

Eso sí, no todas las actrices son tan impulsivas como Stone. Para elegir los vestidos preliminares e incluso el definitivo, muchas se asesoran con sus estilistas, personas que las orientan en cuanto a moda, peinado, maquillaje y accesorios.

Es un trabajo difícil. Si sugieren un look muy conservador, sus clientas pueden pasar...

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