Desde la Sinagoga/ Verdades que dañan

AutorRabino Moisés Kaiman

Una persona religiosa me hizo una pregunta. En su negocio tenía un empleado de mucha confianza, un día descubrieron que esta persona les estaba robando, le dijeron que lo habían descubierto pero estaban dispuestos a darle otra oportunidad, pero si volvía a robar sería echado inmediatamente.

El empleado se disculpó y prometió no volver a robar, lamentablemente no cumplió con su palabra y al poco tiempo descubrieron nuevamente un faltante.

El empleado fue liquidado y echado del negocio.

El hombre comenzó a buscar otro trabajo, y en un negocio donde estaban interesados en contratarlo decidieron pedir referencias de su antiguo empleo y saber el motivo por el cual había dejado de trabajar después de tantos años, cuando se comunicaron al antiguo trabajo, ahí les dijeron que habían prescindido de sus servicios porque el hombre había robado.

La persona que lo había echado vino a preguntarme si había hecho lo correcto al decir la verdadera causa del despido.

Nosotros rezamos tres veces al día y decimos:

"Dios mío guarda mi lengua del mal y mis labios de palabras engañosas. Que mi alma permanezca silenciosa ante quienes me maldicen, y que mi alma sea humilde como el polvo ante todos. Abre mi corazón para Tu Torá y que mi alma siga en pos de tus mandamientos. Y a todos los que piensan hacerme mal, prontamente anula sus propósitos y desbarata sus pensamientos. Hazlo por Tu nombre, hazlo por Tu diestra, hazlo por Tu santidad, hazlo por Tu Torá, de modo que Tus devotos sean liberados, sálvame con Tu diestra y respóndeme. Sean gratas las palabras de mi boca y las meditaciones de mi corazón, Señor mi Roca y mi Redentor. El que hace la paz en las alturas, extenderá la paz sobre nosotros y sobre todo Israel y dígase, Amén".

Le dije al señor que él no había actuado mal ni había dicho nada malo, pero a veces no debemos decir la verdad, esto no significa que debemos mentir.

Un gran sabio explicó la diferencia entre la verdad y la mentira, cierta vez entró y se escondió en casa de un filósofo una persona que era perseguida por otra para matarlo...

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