Verano loco de Berlusconi

AutorÁngel Villarino

Corresponsal

ROMA.- La derecha italiana ha pasado de las páginas de política a las de cotilleos, de la crónica parlamentaria a las revistas de botánica, de los trajes de rayas a las bermudas de flores.

"Il Cavaliere" es ya el "Señor de las Camelias" y luce su último apodo (acuñado por él mismo) en fiestas ante el pasmo de sus socios, los circunspectos Gianfranco Fini (Alianza Nacional) o Pier Ferdinando Casini (UDC).

El disparate del verano berlusconiano no conoce límites. Se cuentan las bravatas por noches. Volcanes artificiales, disfraces de beduino, fiestas hasta el alba en Villa Certosa -donde tiene su casa de campo-, vino, flores y panderetas.

En la casa del ex Premier entra ya el que quiere: allí se cocina, se canta y se baila, se bebe y se bromea. Los proyectos para el año político que viene son un nuevo disco con Mario Apicella y una escuela de galanteo para varones, a la que llamaré Silvio Berlusconi (Berlusconi dixit).

Al ritmo de trenecitos, de canciones napolitanas, se van olvidando de la derrota electoral y de los duros meses de actividad política.

Los diarios italianos publican fotos de Berlusconi bañándose, tocando la guitarra, haciendo una pizza, cantando, animando una fiesta, bailando con amigos, contando chistes<00A6> "No se imaginan lo que es el mundo de la política. Aún así volveré: no soy yo el que quiere continuar en política, es la gente que me reclama", explica el aún líder de la oposición italiana, entre risas, entre amigos.

Desde que Berlusconi decidió relajarse, la derecha italiana es un pandemónium, no sólo por su incapacidad de hacerle frente al Ejecutivo que encabeza Romano Prodi, sino también por los problemas internos, las rencillas y la falta de liderazgo.

La discordia se ha instalado incluso en el partido fundado por él mismo, Forza Italia. En las últimas semanas se ha cuestionado incluso su liderazgo y ha habido conatos de revuelta.

"Hace falta un partido nuevo, que no deje todo en manos de Berlusconi", se atrevió a decir Massimo Baldini, secretario de comunicación del movimiento.

Otros, como Denis Verdini, coordinador regional, exigieron públicamente la celebración de primarias para reciclar la cúpula del partido.

"En Nápoles y su provincia, Forza Italia pierde administradores y consejeros como en otoño los árboles pierden hojas", explica Fulvio Martusciello, consejero regional.

Lo que piden los rebeldes de Forza...

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