Verano infantil ¿aprender o divertirse?

AutorMarcela Corral

Cuando por fin llega el tiempo más deseado por los escolares de guardar los libros y sacar el balón de futbol, su libertad se ve amenazada por la oleada de cursos que en verano se ofertan por todos lados.

En toda una odisea se ha convertido el aprovechamiento del tiempo libre en los niños, en primer lugar, porque éste cada vez es menor a causa del incremento en la carga académica, y en segundo, por la cantidad de actividades a las que suelen ser inscritos en vacaciones.

"La competencia ha ido en aumento en todos los niveles, y buscando preparar a los niños, vemos que desde chiquitos ya están en clases de esto y lo otro. Se les atiborra el tiempo en actividades en donde tienen un horario y unas exigencias muy altas", expresa el siquiatra José Sordia, especialista en niños y adolescentes.

Tras haber cumplido con las expectativas del periodo de clases, las vacaciones son un espacio donde las alternativas para ocupar el tiempo infantil son variadas, y la mejor opción, dice la pedagoga Marisel Oliva, será aquella que fomente el desarrollo personal.

¿Formación o recreación?

Con el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa (1992) se estipuló que el ciclo escolar duraría 200 días hábiles, 15 días más que en el sistema anterior, explica Jesús Macías, Subsecretario de Educación Básica.

Las 900 horas que los alumnos deben asistir a clase, añade, obedecen a la carga académica y al tiempo necesario para desahogar el contenido curricular de cada una de ellas.

Macías recomienda que en el periodo vacacional los niños sean inscritos en clases deportivas o culturales, pues éstas contribuyen al reforzamiento de las habilidades adquiridas en la escuela.

"Deben ser actividades que formen a los niños de manera integral y que generen buenos hábitos, con orden y metodología. Si van a practicar algún deporte, igual, que haya un instructor, alguien que los forme y discipline".

En el caso de las asesorías particulares orientadas al repaso de los contenidos académicos cuando el pequeño no tuvo el aprovechamiento esperado en alguna de las materias, lo más recomendable es evaluar si en realidad esta medida tendrá un impacto relevante, dice Macías.

"Si es una buena opción y el maestro es alguien que haga atractiva la asignatura, yo creo que sí es importante que el niño tenga estos espacios de reforzamiento, porque además no es algo tan rígido, los horarios por lo general los acuerdan para que el niño vaya relajado".

En lo que hay que estar al pendiente, afirma...

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