Verónica Baz / Los retos en un siglo urbano

AutorVerónica Baz

Hace no mucho tiempo algunos expertos pensaban que la geografía se volvería irrelevante. La tecnología y un mayor nivel de conectividad en la sociedad -fax, internet, celulares- llevarían a las personas a dejar de aglomerarse en torno a las ciudades, pudiendo vivir y trabajar donde les placiera. Si uno podría estar "conectado" desde cualquier lugar del planeta, ¿por qué vivir en la ciudad?

La realidad ha resultado muy distinta. El Siglo 21 será, lo vemos ya, el siglo urbano por excelencia. En 1950, alrededor del 70 por ciento de la población mundial vivía en zonas rurales. Pero apenas medio siglo después, la población urbana supera a la rural. Incluso se prevé que para el 2050 el 70 por ciento de la población mundial será urbana. En otras palabras, en uno de los fenómenos demográficos más profundos y rápidos jamás presentados, bastaron 100 años para que la ecuación rural-urbana se invirtiera. Esta nueva realidad naturalmente presenta problemas y retos nunca antes vistos.

En México, el acelerado proceso de urbanización nos ha rebasado en más de un aspecto. Y esto aún no se acaba: millones de personas todavía aguardan emigrar del campo a la ciudad. Además, México posee ya una de las tres ciudades con más habitantes del mundo. Esto presenta y seguirá presentando retos enormes para la innovación, la coordinación y la logística.

Algunas de las oportunidades que han surgido son exclusivamente para las empresas y otras tantas para los gobiernos, pero los retos más importantes requieren del trabajo de ambas partes. En particular hay tres áreas que son muy claras: conectividad, transporte y experiencia. Veamos.

La conectividad llegó para quedarse. Trabajar desde un café internet, mandar mensajes de texto y fotos por el celular, saber quién te marca desde que suena el teléfono y cortar a tu novia vía Facebook son realidades del México de hoy, sobre todo de las nuevas generaciones. Si bien una de las maravillas del teléfono es que puedes hablar con alguien en el otro lado del mundo, también es cierto que buena parte de las llamadas se realizan con las mismas personas, que además se encuentran a distancias relativamente cortas. En otras palabras, la telefonía no necesariamente contribuye a que la gente permanezca en sus lugares de origen (de hecho, hay quien ha argumentado lo contrario: que el teléfono alienta la concentración urbana).

En materia del desarrollo económico de las urbes, el que los mexicanos paguemos caro por una telefonía celular que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR