Ventila colombiano los 'narcoembarques'
MURAL / Staff
MÉXICO.- Los cárteles mexicanos reciben embarques de cocaína del Cártel del Norte del Valle de Colombia en submarinos clandestinos, con capacidad para 8 toneladas, y buques, con hasta 10 toneladas del alcaloide.
La droga es recogida en altamar, según las coordenadas que los traficantes mexicanos establecen, y el envío se paga cuando llega al Distrito Federal y Culiacán, ciudades que han convertido en las bodegas más importantes en México, de acuerdo con la indagatoria PGR/SIEDO/UEIDCS/003/2011.
Mauricio Harold Poveda Ortega "El Conejo", principal enlace de los colombianos en México, declaró el 5 de noviembre de 2010 a la PGR que el embarque mínimo que entregaban era de 2.5 toneladas de cocaína y que el precio base era de 14 mil dólares el kilo.
La droga era enviada desde dos puertos del Pacífico colombiano y para llegar a buen fin, empleaban incluso lanchas rápidas para recorrer todo el litoral de Centroamérica.
"La trasladan de Buenaventura y Tumaco, Colombia, llevándola en lanchas rápidas con capacidad de 2.5 toneladas a 3 toneladas; en barco de 6 a 7 (o) hasta 10 toneladas, y en submarino entre 7 u 8 toneladas de cocaína.
"La trasladan hasta 500 millas enfrente de Acapulco o Huatulco, a donde Arturo Beltrán Leyva 'El Barbas' mandaba a recogerla y la introducía a territorio mexicano, ya sea por Huatulco o por Acapulco, y luego al DF y a Culiacán y la comercializaba, entregándoles el total pactado a los colombianos", relató el colombiano.
Hombre de "Florecita"
"A Arturo Beltrán le presenté a 'Don Diego" Montoya, a 'Piraña' de nombre Leiner, 'La Máquina', a 'Comba' o 'Combatiente', a 'Los Mellizos' y a 'Tyson' e hicieron varios negocios de traslado de cocaína, dándome unas comisiones, por la presentación de dichas personas en agradecimiento de que los negocios le habían salido bien, también le presenté al Gerardo Álvarez Vázquez alias 'El Indio'", relató Poveda a la PGR.
Varias investigaciones de la PGR señalan que los ingresos que Poveda obtuvo en México en aquella época los cambiaba y transfería a través del centro cambiario Divinter, en la Zona Rosa, para reinventirlos en nuevos embarques de cocaína que serían exportados desde Colombia.
Desde ahí, "El Conejo" hablaba en voz alta de su patrón Andrés López, "Florecita", pero su principal distinción era la constancia en el cambio de divisas.
Ante la facilidad con la que movía el dinero, el colombiano pensó en tener su propio centro cambiario y le pidió asesoría a Dagoberto...
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