Ven insuficiente la reforma penal
| Autor | Benito Jiménez |
Según la experiencia internacional, las modificaciones legales no son el único requisito para replantear el sistema de justicia para menores.
En el marco de la aprobación en México de la reforma constitucional que reconoce la creación de un sistema integral de justicia para adolescentes, tres expertos internacionales en la materia coincidieron en que también se requiere una "reforma cultural", para cambiar la mentalidad sobre el tema.
Asimismo, señalaron que se debe repensar la capacitación del personal que atiende a los menores infractores.
"La ley no es un instrumento mágico y la reforma tampoco lo es, pero la reforma legal es una condición imprescindible para todo.
"Uno no puede caer en la falacia normativa y pensar que como ya lo cambié en la norma, esto quedó cambiado en la realidad", dijo Emilio García Méndez, experto en justicia de menores en Argentina.
Especialista en criminología, psicología, seguridad ciudadana y derechos humanos, señaló que todo cambio tiene que darse en el marco de respeto riguroso a los derechos y garantías de las personas, independientemente de su edad, y eso se recarga en la especialización.
"Los jueces, históricamente, los llamados jueces de menores que ejercieron un derecho que poco o nada tenía que ver con el derecho, se caracterizaban no sólo por la discrecionalidad más absoluta, sino por la ignorancia más absoluta.
"Esto porque todos los problemas que implica impartir justicia en el caso de los adultos, se reducía a niveles intolerables de discrecionalidad, sin ningún tipo de explicaciones y sin ningún tipo de argumentación", señaló García Méndez.
Para el argentino, el desafío a partir de las reformas que hace unos días aprobó el Congreso es, en primer lugar, que haya una justicia para la infancia y eliminar el órgano administrativo.
"De lo que se trata más bien es de empezar a tener jueces que antes que nada sean jueces", apuntó.
José Manuel Arroyo, magistrado de la Suprema Corte de Justicia de Costa Rica, refirió que una reforma no sólo es cuestión de leyes, sino también cultural. Ahí, subrayó, engancharía el concepto de capacitación.
"En esto de las leyes nuestros países son muy dados a suscribir todo lo que les ponen por delante.
"Hablo sobre todo en el caso costarricense: hemos suscrito prácticamente todas las iniciativas que hay de Naciones Unidas y similares, pero la verdad es que firmar e incluso ratificar en los parlamentos es un proceso relativamente sencillo.
"El ejercicio realmente difícil es...
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