Ven más arriesgado ejercer sacerdocio

AutorDania Palacios

En México, el sacerdocio se ha convertido en una práctica peligrosa.

Esta es la visión de Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, al subrayar que en una década han muerto 14 Obispos posiblemente a manos del crimen organizado.

A esta lista también se sumó ayer el párroco de Janamuato, Michoacán, José Alfredo López Guillén, quien fue reportado como desaparecido desde el lunes pasado y fue localizado muerto en un paraje sobre la carretera Puruándiro-Zináparo.

Robles Ortega declaró ayer, después de la misa dominical, que según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el País tiene la característica de ser peligroso para quienes ejercen el ministerio religioso.

"Esto especialmente en algunos Estados, como es el Estado de Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, pero gracias a Dios en Jalisco todavía no se ha presentado una situación tan grave, tan drástica", declaró el purpurado.

La hipótesis de la violencia contra los ministros de culto, comentó el también Arzobispo de Guadalajara, es que el crimen organizado ve en los sacerdotes posibles testigos que pudieran delatarlos.

"Quiero suponer por el lugar que ocupa un sacerdote en una comunidad es obvio que tenga conocimiento de actividades, de personas y eso incomode al crimen organizado", opinó.

Por parte de la CEM, cada Arzobispo da seguimiento a las desapariciones de los sacerdotes de su Diócesis para ofrecer acompañamiento y métodos de prevención.

"Lo que nos recomiendan a todos es que instruyamos a los sacerdotes a que en determinadas horas y...

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